Operación bikini: la ciencia descubre cómo comer panceta, mantequilla... sin engordar

Un estudio ha revela cómo hacer que el cuerpo utilice este tipo de alimentos como combustible en lugar de almacenarlos como grasa

Lo que tienes que comer a diario (unos 150 gramos) para perder peso sin tener hambre

Operación bikini: la ciencia descubre cómo comer panceta, mantequilla... sin engordar

Operación bikini: la ciencia descubre cómo comer panceta, mantequilla... sin engordar / Pixabay

La mayoría de nosotros disfrutamos de vez en cuando de un bocadillo de panceta, unas salchichas o de platos que están hechos con bastante mantequilla (sin incluir las tostadas del desayuno), incluso si sabemos que no es el menú ideal si pretendemos cuidar nuestro peso o nos encontramos en plena 'operación bikini'. 

Ahora, un estudio ha revelado cómo hacer que el cuerpo utilice como combustible todos estos alimentos que engordan bastante en lugar de almacenarlos como grasa.

La investigación universitaria

Un equipo de la Universidad de Aberdeen (Escocia) investigó cómo el cuerpo utiliza los diferentes tipos de grasa, dependiendo de la condición física del individuo. Los resultados de esta prometedora investigación han sido publicados en la revista científica Nature Communications.

Los investigadores han descubierto que hacer ejercicio durante solo cinco horas a la semana cambia la forma en que el cuerpo quema grasas saturadas y lo impulsa a usarlas como energía.

Para realizar este experimento se reclutaron dos grupos: atletas masculinos 'súper sanos' y hombres con diabetes tipo 2 que hacían poco o ningún ejercicio. Ambos grupos intercambiaron regímenes de ejercicio durante ocho semanas.

Los atletas se sometieron a un "descondicionamiento" en el que pasaron de hacer ejercicio durante al menos nueve horas y media por semana a no hacer nada.

Mientras tanto, las personas con diabetes tipo 2 se sometieron a un entrenamiento de resistencia en el que ejercitaron cinco horas a la semana.

Cambio del estilo de vida

Antes y después del cambio de estilo de vida, los voluntarios recibieron pequeñas cantidades de diferentes grasas mediante una inyección y se les realizaron resonancias magnéticas para ver cómo se comportaba la grasa dentro de sus células musculares.

Los resultados mostraron que el grupo con diabetes tipo 2 perdió peso, mejoró su sensibilidad a la insulina y redujo sus niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa en ayunas.

El equipo también descubrió que los atletas utilizaban intensamente las grasas saturadas para la actividad física como "fuente preferida de energía".

La autora principal, la profesora Dana Dawson, dijo: "Descubrimos que los atletas almacenan y utilizan grasas saturadas intensamente para la actividad física de alto rendimiento y, a la inversa, en personas con diabetes tipo 2, observamos un almacenamiento predominante. También demostramos en personas con diabetes tipo 2 que el entrenamiento de resistencia aumentaba el almacenamiento y la utilización de grasas saturadas en las células del músculo esquelético hasta el punto de que se volvían similares a los atletas sin condición física después de ocho semanas de entrenamiento".

El profesor Bryan Williams, director científico y médico de la British Heart Foundation, que apoyó la investigación, afirmó: "Este pequeño estudio refuerza los beneficios de mantenerse activo para la salud de nuestro corazón. Si bien el estudio comparó dos grupos muy específicos (atletas masculinos y hombres con diabetes tipo 2), los hallazgos ofrecen la tranquilidad de que la actividad física puede mejorar la forma en que el cuerpo utiliza los diferentes tipos de grasa".