La consellera de Salud, Patricia Gómez, cuestionó ayer la ley estatal que impone el uso obligatorio de la mascarilla a todas aquellas personas que acudan a playas o a espacios naturales durante esta Semana Santa e indicó que, al menos en Baleares, los grupos de convivientes o simplemente aquellas personas que vayan a tomar el sol solas no deberán portarlas siempre y cuando se mantengan las distancias de seguridad para evitar contagios por coronavirus.

Sí será obligatorio llevar mascarilla cuando se produzcan reuniones sociales de al menos dos grupos de convivientes en esos espacios, diferenció.

Por ello, la consellera indicó que ella misma y la presidenta redactarán una instrucción para que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado sepan que no deben sancionar a grupos de convivientes que acudan a las playas sin mascarilla durante estas fiestas de Pascua.

Los servicios jurídicos del Govern, explicó, han interpretado que la norma estatal que obliga a llevar mascarilla en espacios abiertos no supera la normativa vigente en Balears y que, por lo tanto, al ser esta más restrictiva, se aplicará el decreto presidencial promulgado en noviembre.

Y abundó que los letrados de la CAIB se han aferrado a una frase incluida en el artículo sexto de la norma estatal en la que se matiza que es de aplicación «con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias» locales. Así, los servicios jurídicos del Govern entienden que la normativa autonómica no se ha visto superada y, por tanto, será la que se mantenga en vigor al menos hasta el miércoles de la semana que viene.

Y es que el Ministerio de Sanidad se habría avenido a trabajar durante los próximos días junto a las CC AA en otra propuesta técnico-jurídica para sortear un uso obligatorio de las mascarillas en todos los espacios naturales públicos, playas y piscinas que el propio departamento habría admitido que se «ha quedado fuera de contexto», reveló la titular de Salud autonómica.

Comisión que demostraría la «flexibilidad por parte del Ministerio» para cambiar una norma, interpretó la consellera. «Si no, nos habrían dicho que la ley es la ley y hay que cumplirla», abundó.

La comisión técnico-jurídica en la que participará Balears se pronunciará el próximo miércoles, durante la reunión semanal del Consejo Interterritorial de Salud, por lo que Gómez no pudo descartar que, si no hay acuerdo, se impida de forma generalizada ir a las playas sin mascarilla a partir del miércoles de la próxima semana.

«Desde Balears entendemos que la normativa vigente son los acuerdos de noviembre y sucesivos que se han puesto en marcha y el decreto de presidenta que está en vigor, y que se pueden mantener las medidas porque nuestra normativa no se ha visto superada», reiteró.

«Nosotros hemos hecho esta interpretación que entendemos que es válida y se puede mantener pero no podemos saber lo que pasará la próxima semana», admitió la consellera.

Desde noviembre, la normativa autonómica indica que no es obligatoria la mascarilla en espacios naturales o al aire libre, fuera de los núcleos de población, y eso incluye playas y piscinas, «siempre que la afluencia de personas permita el mantenimiento de la distancia interpersonal de 1,5 metros».

«Se entiende que si uno va a la playa a hacer una reunión social con otro grupo de convivencia sí se debe llevar mascarilla. Si va con su grupo de convivencia o solo, no hace falta el uso de mascarilla si puede mantener la distancia de seguridad», aclaró Gómez.

Posteriormente se especificó que, en las reuniones sociales en playas y espacios abiertos, se ha de reducir la participación máxima a 6 personas de dos núcleos de convivencia como máximo y con mascarilla.

La letalidad, más baja

Tras abordar el tema que suscitaba el mayor interés, Gómez pasó a detallar los entresijos del Consejo Interterritorial de ayer. Un cónclave en el que se informó de que la incidencia acumulada sube uno o dos puntos cada día, se incrementa significativamente en 12 CC AA pese a encontrarse en una fase epidémica meseta, desciende en cuatro y se estabiliza en tres, detalló Gómez.

La consellera resaltó que la letalidad provocada por el covid-19 se encuentra en estos momentos en su fase más baja, más aún que en los pasados meses de junio y julio, cuando se redujeron al máximo las defunciones.

También reveló que la ocupación media de las UCI del país era del 18,5%, una cifra que consideró preocupante y que achacó a la circulación masiva de la variante británica así como a las largas estancias de los pacientes con covid-19 en estas unidades de críticos.

Concluyó Gómez haciendo un repaso a la situación epidemiológica en Europa de la que destacó que Alemania esta registrando «unos incrementos muy suaves (de casos) que no consigue bajar».