La consellera balear de Salud, Patricia Gómez, viaja hoy a Ibiza para explicar «los cambios» en las restricciones que se aplican en el Eixample de Vila y en el centro de la localidad de Sant Antoni.

La consellera se reúne a las 9.30 horas en el Consell de Ibiza para evaluar la situación de la Covid-19 y las medidas dirigidas a prevenir la propagación con el presidente del Consell, Vicent Marí; el alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra; el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz; la directora general de Salud Pública y Participación, Maria Antònia Font; la asesora técnica para el desconfinamiento, Marga Frontera, y la gerente del área de Salud de Ibiza y Formentera, Carmen Santos. Posteriormente, a las 11.00 horas, tendràá lugar una rueda de prensa.

El portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas, Javier Arranz, se limitó a apuntar ayer en rueda de prensa que «probablemente» los cambios pasan por «disminuir ciertas restricciones y aumentar otras porque se piensa que son útiles en zonas concretas». Así, se plantea «aligerar restricciones perimetrales, pero insistir en otras [limitaciones] en zonas muy concretas: la restauración o actividades comunitarias», según explicó Arranz.

El especialista en enfermedades infecciosas destacó que la segunda ola de contagios Balears, en términos generales, sigue «una tendencia hacia la disminución», pero la situación de Ibiza es distinta. Arranz indicó que la incidencia de contagios en Ibiza «se ha estabilizado» pero «la afectación aún es muy elevada». En los últimos 14 días, la incidencia de la isla se sitúa en 331 contagios (por cada 100.000 habitantes), pero en Vila la cifra alcanza los 620, aunque hace unos días se llegó a 670. «Son cifras aún muy elevadas», lamentó Arranz, que apuntó que en el resto de municipios «se está bajando de 200, incluso en Sant Antoni».

La tasa de positividad es del 10% en el conjunto de la isla según los datos de en la última semana, el doble que la media de Balears, mientras que en Vila se sitúa en el 13%, dos puntos por debajo, eso sí, del porcentaje que se alcanzó hace unos días. «Ha habido una mayor bajada en Sant Antoni», indicó.

Ibiza registró ayer, en los últimos datos publicados, 28 nuevos contagios y Formentera, cinco. De todos modos, el Área de Salud de las Pitiüses destaca que, desde hace una semana, se está produciendo una tendencia a la baja de casos activos, con 21 menos. Actualmente, después de que se hayan dado 54 altas, hay 772 casos activos en las Pitiüses, 726 con síntomas leves o asintomáticos (710 en Ibiza y 16 en Formentera).

Menos presión en Can Misses

Otro dato positivo que destaca Salud es «la bajada de la presión asistencial en el hospital Can Misses», donde ahora se atiende a 46 pacientes, cuatro menos que el lunes. Dos pacientes, dos menos que el lunes (han pasado a planta), permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Por último 60 trabajadores sanitarios permanecen en vigilancia activa, de los que 10 están contagiados.

Sobre el levantamiento de las restricciones, Arranz explicó que la conselleria no es partidaria de que se haga de golpe. «No se puede hacer alegremente y de forma rápida porque se pueden disparar los casos. Lo hemos visto en pueblos de la Península», dijo en referencia fundamentalmente a los barrios confinados de Palma, donde la evolución es mucho más favorable que en Vila. En la calle Arquitecte Bennàssar se ha registrado en la última semana una incidencia de 246 casos (anteriormente se habían alcanzado hasta 600). La idea es reducir el perímetro del área restringida y reducir las limitaciones sobre la población, pero no levantarlas todas de golpe, incidió.

Ibiza versus Menorca

Asimismo, el portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas apuntó que, según su opinión, en Ibiza hay muchos más contagios que en Menorca, a pesar de que no ha habido ningún control en puertos y aeropuertos en ambas islas, porque «en las zonas con mayor densidad urbana, donde hay más aglomeraciones, es más fácil que haya transmisión». «La densidad y el movimiento de población son dos de los factores más importantes. Esto marca que haya más casos en una isla que en otra», resaltó.

También reconoció Arranz que los 100 rastreadores del Ejército trabajan todos desde Mallorca, pero dijo que atienden, «por igual», a las personas contagiadas de todas las islas. «Los contactos se hacen por teléfono, por lo que no tienen por qué estar en Ibiza. No me gustaría que desde Ibiza, Formentera o Menorca se pensase que como están en Mallorca, trabajan sólo para Mallorca. Trabajan para toda la comunidad autónoma y donde haya un caso», recalcó.