El inicio de la actividad de las concesiones de las playas de la isla está en el aire, de la misma forma que la mayoría de sectores que dependen de la llegada de turistas. La incertidumbre de los empresarios es tal que solicitan «instrucciones claras» acerca de las condiciones del servicio y piden a los ayuntamientos «una reducción de cuotas para esta temporada en consonancia con el derrumbe que van a sufrir los ingresos».

En un comunicado enviado ayer, la Asociación de concesionarios de playas de la Pimeef asegura que « no hay, de momento, instrucciones claras para conocer las condiciones en las que se podrán reabrir los servicios de las playas (hamacas, sombrillas, actividades náuticas, chiringuitos)», y añaden: «La voluntad del sector es la de abrir y ofrecer un servicio que demandan tanto los turistas que nos visitan como los residentes, pero deben conocerse con antelación las normativas a las que los concesionarios deberán someterse durante la temporada en materia sanitaria».

De hecho, su presidenta, Alexandra Sanwald, asegura que los empresarios «están tomando decisiones en base a suposiciones». «Las leyes se hacen después de que el empresario haya tomado decisiones que luego no se pueden cambiar», reitera Sanwald.

A pesar de que la tendencia del tejido turístico es la de esperar a la llegada de visitantes a principios de julio, el Ayuntamiento de Sant Josep confirmó ayer que ya ha autorizado dos instalaciones de hamacas y sombrillas en las playas de Cala Bassa y Cala Tarida. «Hay solicitudes por parte de concesiones vinculadas a la restauración en algunas playas que han decidido adelantar la apertura. Así que se les ha visitado para comprobar la instalación y se les ha autorizado», explicó un portavoz municipal.

El sector reclama de los consistorios que los cánones de las concesiones se adecúen a la situación actual. De momento, según Sanwald, no hay constancia de ningún concesionario que haya decidido renunciar a la temporada. Aunque afirma: «Sé de varios que se lo están pensando».

Santa Eulària y Sant Josep dejarán de cobrar la parte proporcional del canon que corresponda con el tiempo en el que no ha habido actividad. Pero, además, se rebajará la cuota aplicada durante el tiempo que se trabaje en función de la reducción del número de elementos que se puedan instalar para cumplir con las restricciones sanitarias.

En el caso del Ayuntamiento de Ibiza, solo cobrará el canon en el periodo en el que se trabaje y, en cuanto al resto, aseguran que el espacio dedicado a las concesiones en sus playas permite no tener que reducir el número de hamacas y sombrillas autorizadas.

La incertidumbre acerca de cuánto turismo vendrá aumenta las dudas de los concesionarios. «En muchas playas los hoteles que hay son de todo incluido y es posible que no abra ninguno», explica Sanwald, que además afirma que no saben qué va a pasar en las playas en las que algunos servicios eran prestados por el concesionario: «No sé si están poniendo socorristas en las playas que se abren, pero lo cierto es que en algunas se nos pide a los concesionarios que el hamaquero sea socorrista también. En otras controlamos nosotros las papeleras y contenedores de basura, no sé si se están poniendo estos sistemas ahora. Además, tampoco sabemos cuándo podrán abrir los chiringuitos. La incertidumbre es muy grande».

Finalmente, Sanwald asegura que las playas «son el folleto de la isla». «Los que vengan tienen que encontrarlas mejor que nunca, si no será perjudicial para la imagen de la isla», concluye.