El centro de yoga de Benirràs ya ha retirado el autobús que había habilitado como habitación y que comercializaba como estancia turística a través de Airbnb. El ayuntamiento de Sant Joan había dado de plazo hasta el pasado lunes a la propiedad para que retirara este vehículo, que se ofrecía para dormir a un precio de 133 euros la noche.
La Policía Local de Sant Joan acudió a inspeccionar esta finca después de que este diario publicara, a finales de julio, que comercializaba plazas para pernoctar en instalaciones que en ningún caso podrían llegar a obtener la cédula de habitabilidad. Tras levantar acta, el Ayuntamiento ordenó que se retiraran todos los elementos que se repartían en la finca para alquilarse ilegalmente.
A principios de este mes, una portavoz municipal confirmó que ya se habían quitado las hamacas, tiendas de campaña y los tipis que se encontraban repartidos por la finca del centro de yoga y que también se comercializaban a través de Airbnb. Sin embargo, la propiedad había pedido que se le diera de plazo hasta el día 16 para retirar el autobús, con el argumento de que hasta ese día no puede contar con una empresa especializada para hacerse cargo del trabajo.
Expediente administrativo
Expediente administrativo
Una portavoz del Ayuntamiento de Sant Joan informó ayer de que, además de la retirada de todos estos elementos, la propiedad deberá hacer frente a la sanción que determine el expediente administrativo que se le ha abierto por infracciones contra las ordenanzas de medio ambiente del municipio. De momento, no pudo avanzar a cuánto podrá ascender la multa, ya que todavía está en periodo de tramitación.
El centro de yoga de Benirràs ofrecía hasta 16 alojamientos repartidos por su finca a través de Airbnb, con los que podían llegar a obtener más de 1.500 euros diarios, según las tarifas que anunciaban en esta plataforma digital. Así, el precio para dormir en el «autobús vintage» ascendía hasta los 133 euros la noche en el mes de agosto, mientras que los tipis oscilaban entre los 220 y los 123 euros en función del tamaño. Dormir en la hamaca, al aire libre, salía por 23 euros.
