La Comisión de Medio Ambiente de Balears revisa de oficio la autorización ambiental integrada del vertedero insular de Ca na Putxa por el incumplimiento de la normativa estatal y europea en el vertido de residuos. Al no contar con una planta de triaje, cuya construcción acumula años de retraso, la basura se entierra en las celdas del vertedero sin ninguna selección previa (la retirada de elementos impropios, como plásticos, hierros...) ni el tratamiento de la materia orgánica, lo cual va en contra de lo que marca la legislación ambiental europea.

Ante esta situación, la Comisión de Medio Ambiente de Balears se ha visto forzada a tramitar la revisión de la autorización de funcionamiento del vertedero y «presionar» con ello, además, para que se inicien de una vez las obras de la planta de triaje. A petición de los consells pitiusos, el pleno de la Comisión de Medio Ambiente decidió el jueves dejar este asunto sobre la mesa y posponer su resolución al menos un mes, según explica su presidente, Antoni Alorda. La decisión se basa en que el mismo jueves el pleno del Consell de Ibiza aprobó el proyecto de la planta de triaje y ordenó a la concesionaria del vertedero (la UTE Giref) que inicie su construcción en el plazo máximo de un mes.

Hay que tener en cuenta que la nueva planta de triaje no cuenta aún con la correspondiente autorización ambiental. La Comisión de Medio Ambiente dio el visto bueno en 2016 al proyecto anterior, el que preveía el tratamiento de la materia orgánica con el sistema de compostaje, pero el Consell Consultiu bloqueó el proceso (consideró ilegal la modificación de la contrata en 2007) y obligó a la institución insular a volver a las condiciones iniciales de aplicar la tecnología de la biometanización.

Falta la evaluación ambiental

Pese a ello, Alorda, que celebra el acuerdo del pleno del Consell, explica que las obras de la planta se pueden iniciar porque buena parte del nuevo proyecto coincide con el anterior aprobado en 2016 por Medio Ambiente. El Consell debe presentar una evaluación de impacto ambiental, que debe pasar por un periodo de exposición pública, del sistema de biometanización. Mientras tanto, dice Alorda, las obras de la planta, que tienen un plazo de ejecución de dos años, «pueden empezar con el movimiento de tierra, los viales previstos y la parte delantera de la planta, que es muchísima inversión».

Alorda confía en que «las obras se puedan acompasar», en el sentido de que puedan avanzar sin ninguna paralización mientras se tramita la evaluación ambiental. «Lo importante es empezar», destaca, al tiempo que asegura ser «consciente» de «las dificultades burocráticas y jurídicas» del Consell en la resolución de este «retraso histórico» en la construcción de la planta de triaje y la de tratamiento de la materia orgánica y resalta que el órgano ambiental de la Comunitat Autònoma está de su lado. «Trabajamos juntos», indica.

Ahora bien, Alorda advierte de que la «autoridad ambiental no puede esperar» y que se debe «reaccionar» ya. De hecho, Alorda reconoce que si se produce algún nuevo bloqueo en el desarrollo de esta infraestructura, prevista en el Plan Director Sectorial de Residuos de 2001, no sólo la Unión Europea podrá imponer sanciones al Estado español, sino que la propia Comisión de Medio Ambiente puede hacer lo mismo con el Consell. «Es el peor de los escenarios en el caso de que no se resuelva. Se hará si no hay una reacción, pero la intención de todos es que se resuelva con la nueva planta. El acuerdo del pleno del Consell es una magnífica noticia», apunta.

En cualquier caso, el presidente de la Comisión de Medio Ambiente descarta el cierre del vertedero, pese al incumplimiento de la normativa, porque es el único que hay en la isla. «La continuidad del servicio es sagrada. Las consecuencias serían peores que la enfermedad», subraya. También recalca que, «no más tarde de un año», el Consell ha de iniciar un nuevo plan director en el que se defina una alternativa al uso de Ca na Putxa, ya que «su vida es limitada», más corta de lo previsto por el volumen de basura que se entierra sin tratamiento previo.