Pese a los continuos atascos y a una saturación en las carreteras que ha colmado la paciencia de residentes y turistas, las empresas de alquiler de vehículos afirman que el mes de agosto, el que se suponía que sería la guinda al pastel de una temporada récord, está siendo poco menos que un desastre con descensos en muchos negocios que rondan el 25%. Sonia Ribas, presidenta en Ibiza de la Agrupación Empresarial de Alquiler de Vehículos con y sin Conductor de Balears (Aevab), que reúne al 95% de las empresas rent a car, afirma que la temporada fue «muy bien durante abril, mayo y junio, mejor que el año anterior», pero tras los 10 primeros días de julio «bajó con respecto al 2015». Y agosto «es una pena. Ahora tendría que estar toda la flota fuera cada día, pues es la golosina de la temporada alta. Pero un día salen todos los automóviles y al siguiente se queda el 30% de la flota parada, en la nave».

Coincide en esa apreciación Juan Cárdenas, presidente de la asociación de ese ramo englobada en la Pimeef: «El buen comienzo que tuvimos en los meses de abril y mayo se desvaneció durante junio y julio.

Y agosto está siendo un mes totalmente atípico». A su juicio «es una temporada rara». Cree que parte de la culpa la tiene «el efecto llamada» de las ferias turísticas de los meses de invierno, «cuando se dijo que la temporada sería muy positiva». Eso provocó que los empresarios «aumentaran el volumen de vehículos, más del que era necesario. El exceso de flota no está ayudando para nada». Calcula que la media de alquiler «ha bajado un 25%, de media, en lo que se lleva de temporada respecto a la de 2015». Si hace un año «la media del alquiler por cliente era de cuatro días, este es de solo tres».

Turistas con poco dinero

Pero no solo eso. Cárdenas considera que los turistas que llegan apenas tienen recursos: «Hay mucha gente en la isla, es obvio, pero estamos dejando de tener un turista medio. Vamos hacia los extremos, a un viajero que no tiene mucho dinero o a uno de lujo. La sensación que tengo es que se están gastando todo su presupuesto en el viaje y en el hotel. Y luego les queda muy poquito para la oferta complementaria».

Sonia Ribas coincide en que «hay masificación de coches, hay más de la cuenta». Estima que en parte se debe a la situación que padecen destinos como Turquía y algunos países musulmanes: «Los turistas no van a esos destinos y las multinacionales y las low cost han desviado la flota que tenían allí a Balears, Cataluña y Andalucía». Como consecuencia, «hay una sobredosis de coches». Calcula que por ese motivo hay «3.000 o 4.000 automóviles más este año» rodando por las carreteras de la isla. «Hay demasiadas unidades y no se pueden alquilar todas.

Somos los que somos y caben los que caben», afirma. El presidente de la Pimeef coincide en que «el verdadero problema son las grandes empresas que en julio y agosto meten más vehículos; el coste de traerlos desde otros puntos de España les resulta asumible».

Ribas calcula que «el pasado año había unos 18.000 automóviles de alquiler en la isla, de los que la mitad eran de las empresas locales y el resto de multinacionales y low cost». Pero debido a la caída de Turquía y Egipto como destinos turísticos, esa cifra ha aumentado este año en casi cuatro millares, de manera que hay cerca de 22.000.

Caída de precios

Los coches no salen de las naves a pesar de que, incluso, han bajado (y mucho) los precios, según admiten ambas asociaciones. «Con semejante excedente de vehículos, bajas precios. Este mes de agosto será, posiblemente, el más barato en vehículos de alquiler de los últimos 20 años. Estoy totalmente convencido. Estamos ante algo histórico», asegura Juan Cárdenas, que considera que han descendido un 12% respecto a 2015: «Para agosto suele haber unas tarifas especiales. En 2009 hubo un boom porque no había coches, por lo que incrementamos la tarifa de agosto. Pero este año ni se ha llegado a aplicar. Trabajamos con una inferior a la del periodo en el que estamos».

La presidenta de la Aevab cifra en un 15% la caída de precios de agosto: «Es mucho dinero cuando estás esperando que llegue la golosina de este mes», pero niega que sea el precio más bajo de los últimos 20 años, como dice Cárdenas.

Sonia Ribas critica que no se tomen medidas para evitar que sigan entrando coches en la isla: «Tendrá que hundirse Ibiza para que alguna vez se den cuenta de que no podemos más. Y cada año va a más: están las puertas abiertas y no puede ser, somos una isla y tenemos un tope, estamos limitados», señala, mientras admite estar «muy enfadada». Cree que la oferta ilegal, que cifra en unos 3.000 coches, también debería ser combatida, pero a su juicio «no es tan preocupante como la cantidad de vehículos que circulan» por Ibiza. «Hay que cuidar la isla -indica- y restringir de alguna manera la entrada de vehículos porque hay una sobresaturación. Esto afecta a la sostenibilidad. No hay derecho a que dejen entrar a todo el mundo».