Una multitud se reunió ayer en el puerto de Ibiza para asistir al momento en que se descubrió la escultura concebida por Ció Abellí sobre la mítica foto de Toni Riera 'Padre e hija caminando', la pieza que Ricardo Urgell, fundador del Grupo Pachá, ha donado a la ciudad y que desde anoche forma parte del paisaje de la Marina, en la esquina de la calle Lluís Tur i Palau con Guillem de Montgrí.

La imagen de Riera, todo un icono del movimiento hippy en la isla, símbolo de Pachá y su fiesta Flower Power, se ha convertido en una escultura de bronce, de 600 kilos de peso y 1,72 metros de altura, aunque a Urgell le hubiera gustado que fuera un palmo más alta.

Vídeo: Israel Varela Sanz

El conjunto está a ras de calle, una decisión del Consistorio que no ha gustado mucho al dueño del imperio de las cerezas: «Está demasiado al alcance de todo el mundo y se debería haber puesto sobre un pedestal», criticó.

La obra cuenta con una fina peana con forma de mapamundi en el que figuran indicados los lugares más vinculados al movimiento hippy: San Francisco, Ibiza, Ámsterdam, Katmandú y Goa. «Es un homenaje al hippy, porque creo que fue el movimiento que marcó la Ibiza de los años 60», señala el empresario, quién opina que hoy sólo sobrevive algo del espíritu libre de aquella en el norte de la isla: «En el sur hemos caído en la vulgaridad del gallinero turístico», lamenta.

Abellí, que viajó a la isla para la inauguración, modeló primero en barro la escultura, que después se convirtió en bronce en la Fundición Barberí de Girona.

Urgell improvisó un discurso ante los centenares de personas congregadas, en el que ha agradecido su presencia: «Me emociona porque sois muchos». También valoró el apoyo del alcalde para «convertir en realidad» su deseo, «al principio parecía una odisea», bromeó.

Los empujones para ver el resultado final se sucedieron nada más descubrir Urgell su donación, acompañado por la escultora y el fotógrafo, además del alcalde de Vila, Rafa Ruiz, y varios concejales. La imagen de Sandy van der Linden y su hija Radha fue tomada realmente en Ámsterdam en 1972. Desde ayer se puede apreciar en tres dimensiones aquel momento de inspiración de Riera: «Estaba tumbado en Vondelpark, me había fumado un porro y pasaron por delante», decía anoche entre risas.

Padre e hija, cuyas identidades se desvelaron cuando una Rhada de 38 años se reconoció en la foto en una visita a Pachá, estaban invitados a la inauguración pero se hallan en México y no pudieron acudir.

Varios figurantes de estética hippy repartieron pósters de la foto y claveles blancos a todos los que pasaban por allí, antes de que la fiesta se trasladara a la discoteca para su Flower Power semanal.

«No es la ubicación idónea»

Por su parte, el concejal de EPIC, Toni Villalonga, lamentó ayer que el equipo de gobierno haya hecho «oídos sordos» a las recomendaciones de la ponencia técnica del Pepri de la Marina, que consideró que la ubicación de la escultura no es la más idónea.

Por una parte, los técnicos apuntaron a que está muy próxima a la tienda de la entidad donante, con lo que la imagen del comercio puede acabar vinculada a la escultura y, por otra, indicaron que la zona no es la más indicada para la figura por la profusión de mobiliario urbano.

Villalonga criticó que no se hayan tenido en cuenta estas recomendaciones para buscar una ubicación mejor, «quizás en un lugar más abierto». «Quiero precisar que estamos agradecidos por la donación pero no de acuerdo con la ubicación, como indica la ponencia técnica», apuntó.