­La Policía Nacional detuvo el jueves a las 21.45 horas a J. J. T. C., un agente de la Policía Local de Ibiza que se estaba masturbando en un coche aparcado en la confluencia de la avenida de España con la calle del País Vasco, en ses Figueretes, que de repente salió del turismo e intentó retener a una mujer que paseaba por la acera. La víctima, que estaba acompañada por un hombre, se zafó muy rápido y escapó.

Llamaron al 091 y facilitaron la matrícula y otros detalles sobre el vehículo. Una patrulla se presentó de inmediato en el lugar del suceso y arrestó al hombre, que tiene 49 años y es natural de la isla.

Fuentes policiales y judiciales informaron ayer de que es la enésima vez que sorprenden a J. J. T. C. masturbándose en coches en la vía pública (al menos en veinte ocasiones), aunque nunca había ido más allá, como ocurrió el jueves. Por este motivo, lleva suspendido de empleo y sueldo desde marzo de 2010. Al parecer, siempre usaba su vehículo particular para masturbarse, nunca un coche patrulla.

Condenado por malos tratos

Este hombre recibe atención psicológica en Cas Serres, cuenta con antecedentes judiciales por violencia de género (está casado y tiene dos hijos) y le han incoado un expediente policial por una falta muy grave.

El sábado compareció en el juzgado de guardia, el de instrucción 1, acusado de un delito de detención ilegal. Quedó en libertad con cargos y fue citado como acusado el miércoles de la semana que viene, a las 10.30 horas, en el juzgado de lo penal 1. Si es condenado, probablemente será expulsado definitivamente del cuerpo, según adelantan fuentes próximas al caso. Además del expediente por una infracción muy grave, tiene otros abiertos por las ocasiones en las que fue sorprendido masturbándose dentro del vehículo en la vía pública.

Al acecho de las mujeres

Su forma de actuar era siempre similar: estacionaba el coche en una calle y esperaba a que pasase alguna mujer. Entonces, comenzaba a masturbarse, aunque intentaba evitar que le viese nadie. Sin embargo, en varias ocasiones los viandantes le sorprendieron y avisaron a la Policía, que le arrestó por escándalo público.

J. J. T. C. ha presentado varios recursos a los expedientes, con el objetivo de evitar su expulsión de la Policía, lo que ha conseguido por ahora.