«Digo basta. Ya no puedo más. Me siento cansada y humillada». Con esta rotundidad confirmó ayer la segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ibiza que ha decidido abandonar este cargo. No precisó, sin embargo, si abandonará también el equipo de gobierno, si entregará su acta de concejala o si dejará de militar en el PP. El futuro está pendiente de la conversación que mantendrá mañana con el presidente de su partido, Vicent Serra.

Él es el único al que había comunicado su decisión de marcharse antes de hacerla pública ya que, como ella misma explicó, no informó de su deseo de dimitir a la alcaldesa, Pilar Marí, ni ha presentado formalmente su dimisión en el Consistorio. La también concejala de Cultura, Patrimonio y Fiestas, que llevaba mucho tiempo pensando en dejar el cargo, asegura que su intención era esperar a que hubieran pasado las Festes de la Terra, de las que es responsable, para anunciar su marcha. «Quería esperar, pero ha reventado antes», afirma. La edil apunta que su decisión es el resultado de «un cúmulo de cosas» y no de un hecho concreto y añade que había llegado a un punto en el que «la gota que hace colmar el vaso puede haber sido cualquiera». Sansano confesó su hastío sin tapujos: «Ya no aguanto. Yo no estoy hecha para la política y siento vergüenza de cómo se están haciendo las cosas y del papelón que estamos haciendo». Reconoce que, como miembro del equipo de gobierno, ha tenido que hacer cosas que no deseaba hacer. Por sus palabras, parece muy dudoso que continúe en el Consistorio incluso aunque Serra se lo pida: «Ahora mismo tengo el estómago deshecho y no tengo fuerzas para nada».

Primer amago de dimisión

Admite también que esta no es la primera vez que hace el amago de dimitir. Ya lo intentó en febrero, pero la convencieron para seguir en el cargo en pro de la estabilidad de la institución. No quiere contar cuál fue la razón de aquel primer intento de dimisión, pero puntualiza que se sintió «muy desautorizada». «Ya daré explicaciones más adelante. Ahora solo puedo decir que me sentí muy humillada y desautorizada. Tomé la decisión de dimitir, pero recibí presiones para aguantar y esperar y así lo hice, pero es que ya no puedo más», explicó ayer la todavía teniente de alcalde, cuyo anuncio de dimisión se ha convertido en la enésima crisis de un equipo de gobierno que hace menos de un mes vivió también la renuncia del que era primer teniente de alcalde, Juan Daura.

Lina Sansano, funcionaria del Consell de Ibiza y exdirectora del Museu d’Etnografia, había recibido distintas ofertas para entrar en política. Las rechazó todas hasta que en 2011 aceptó concurrir en la lista al Ayuntamiento de Ibiza que encabezaba su amiga y compañera de trabajo Marienna Sánchez-Jáuregui. Se convirtió en su número dos y en responsable de una macroconcejalía que abarcó hasta cuatro áreas.

El año pasado se vio envuelta en el escándalo de la publicidad institucional por haber firmado facturas correspondientes a anuncios inexistentes. Sansano siempre defendió que las firmó porque la interventora y el jefe de gabinete le aseguraron que no había impedimentos legales. El caso terminó con la dimisión de Sánchez-Jaúregui y la reprobación de los dos tenientes de alcalde por parte de una comisión de investigación de la que formaban partes los ediles del PP, incluida la ahora alcaldesa.

Aunque Sansano permaneció en el gobierno tras la marcha de Sánchez-Jáuregui sigue sintiéndose traicionada por sus compañeros y, según aseguran algunos ediles de la oposición, su relación con los concejales del PP era «fría» e incluso en las comisiones informativas «se sentaba más cerca de los representantes de la oposición que de los del PP». Otro factor a sumar en la tensa situación de Sansano durante el último año es que se convirtió en la única miembro del equipo de gobierno afín a Vicent Serra, el resto de los ediles fueron partidarios de José Sala en el último congreso insular del PP.