La reacción más contundente tras la dimisión de Sansano ha sido la de la exalcaldesa Marienna Sánchez-Jaúregui que ayer pidió la dimisión de Pilar Marí. Considera que la dimisión de dos tenientes de alcalde «evidencia su incapacidad para llevar adelante sus obligaciones con los ciudadanos». Después de lamentar la pérdida de Sansano, a quien define como «una persona de prestigio indiscutible y uno de los activos más importantes del equipo de gobierno», aseguró que la actual situación de la Corporación prueba que el problema no era ella.

«Después de forzarme a dimitir por diversos intereses no se ha solucionado ningún problema sino que han empeorado. El gobierno ha ido a la deriva hasta llegar a este momento, que es caótico. Es evidente que el problema no era yo», sentenció la edil, que dejó el PP y ahora es concejala no adscrita.

Los grupos de la oposición asisten boquiabiertos al nuevo episodio de la crisis que nunca se acaba en Vila, lamentan que las consecuencias de este «desastre» y «esperpento total» las sufren los ciudadanos y sostienen que probablemente «no se ha visto nada igual en otro ayuntamiento español».

Lurdes Costa, portavoz de PSOE-Pacte, el principal partido de la oposición, recuerda que ya desde el principio advirtió de que el PP «no era un equipo». «Se ha demostrado día a día que el equipo de gobierno es un conjunto de personas que se preocupa más por sus asuntos personales que por sacar adelante un proyecto de ciudad que nunca han tenido», destaca.

Costa, que lamenta que «se han perdido cuatro años», considera que «el ambiente en el equipo de gobierno es inaguantable», y agrega que la salida continua de ediles «dice muy poco de la responsabilidad de cada uno de ellos» que, con su actitud, llevan a «la institución hacia el caos».

También destaca «la poca fuerza» de la alcaldesa [Pilar Marí] que «no pinta una mona en el PP, y la falta de liderazgo del presidente del PP [Vicent Serra] al no ser capaz de contener los problemas».

La exalcaldesa socialista cree que Sansano renunciará al acta de concejal, pero «vistos los espectáculos» vividos esta legislatura puntualiza que «no pondría la mano en el fuego por ello».

El grupo mayoritario de la oposición en ningún caso se plantea buscar apoyos para recuperar el mando del Ayuntamiento. «Nosotros perdimos las elecciones y lo asumimos. No se dan las circunstancias para asumir una responsabilidad que no nos corresponde con los recortes que van quedando por el camino [los dimisionarios del equipo de gobierno]», justifica.

El concejal de Ibiza pel Canvi (ExC), Vicent Ferrer, también rechaza la posibilidad de que se pueda presentar una moción de censura. «La lástima es que no se puedan adelantar las elecciones y se tenga que perder un año más ya que este Ayuntamiento está desmantelado», indica Ferrer, que considera que la capacidad de gestión de lo que queda de legislatura será nula. «No es posible llevar todas las áreas con la gente que queda. Será un año terrible para los ciudadanos y para los propios funcionarios del Ayuntamiento», augura.

«Una gran pérdida» para EPIC

Por su parte, el concejal de EPIC, Antonio Villalonga, considera «un esperpento total» la situación que vive el Consistorio. El edil afirma que, pese a que «no comparte» algunas de las decisiones de Sansano, lamenta que su marcha es «una gran pérdida» puesto que es una de las personas del equipo de gobierno con «más sentido común» y es «bastante eficiente» en su área.

Villalonga también vaticina que los meses que restan para que finalice la legislatura serán «largos y duros» y advierte a la alcaldesa de que debe «cambiar las forma de hacer las cosas», puesto que, le recuerda una vez más, «gobierna en minoría». «Ellos sabrán, pero no sé si llegarán hasta el final», señala.