El letrado ibicenco Juan José Torres Cantalapiedra es, desde el miércoles, el primer abogado balear en la historia que ejercerá en el Tribunal de la Rota Español, según le comunicó a él mismo el tribunal que le examinó. Torres, de 42 años, ejerce como abogado civil y penal desde hace más de 15 años en la isla, para lo que cuenta con un despacho en el centro de Vila.
Torres tiene ahora potestad para ejercer como abogado rotal en toda España, aunque piensa circunscribirse a Balears. «No hay muchos casos pero hay pocos especialistas en Derecho Canónico», comentó ayer el letrado, que atenderá sobre todo las peticiones de nulidades matrimoniales canónicas para parejas que quieran separarse tras haberse casado por la iglesia.
Cinco parejas han preguntado este mes sobre los trámites a seguir para su separación en la vicaría judicial del Obispado de Ibiza, según informó el propio Torres.
En la promoción 2007-2010 aproximadamente 40 nuevos letrados tienen la potestad de ejercer para el Tribunal de la Rota. Después de tres años de estudio el letrado ibicenco ha obtenido el título para trabajar como especialista en derecho matrimonial y procesal canónico, con la calificación de sobresaliente.
El acto de nombramiento de los nuevos abogados rotales se celebró en la sede de la Nunciatura Apostólica en España, en Madrid. El director del Estudio Rotal y Decano del Tribunal de la Rota Español, monseñor Carlos M. Morán Bustos, destacó en su discurso la importancia del título de abogado rotal.
Renzo Fratini, el nuevo nuncio en España, añadió que la labor del abogado rotal se debe caracterizar por «la entrega en su cometido, por la solvencia y responsabilidad profesional y, por encima de todo, por ser buenas personas».
El Tribunal de la Rota Española tiene su origen en la bula de 16 de abril de 1529 en la que el papa Clemente VII nombró nuncio a Girolamo da Schio. Este tribunal es un privilegio otorgado por la Santa Sede al pueblo católico español. Ocupa el más alto grado en la organización de la justicia eclesiástica en España, en concurrencia con el Tribunal de la Rota de Roma.
