Opinión | Para empezar

La urgencia

La falta de vivienda es ya un problema acuciante, vergonzoso para Ibiza. Además de asentamientos ilegales, de pisos patera y de viviendas en cuevas, cientos de autocaravanas ocupan solares públicos y privados; son en su mayor parte de trabajadores, de familias, incluidos menores. Se buscan la vida para no tener que dormir al raso, algo lógico, mientras las autoridades parecen incapaces de encontrar una solución a este problema (porque lo es: por la ausencia de tratamiento de los residuos, el peligro de incendio, el daño al entorno...). Desde Santa Eulària recuerdan que las autocaravanas no pueden ser usadas como viviendas. Incluso la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (Aseicar) lo comparte: «Las autocaravanas (...) están diseñadas y concebidas para ser utilizadas como una opción de turismo itinerante y de ocio vacacional, nunca como residencia habitual». Y añade, y aquí se equivoca, que la presencia masiva de estos vehículos «es puntual, se produce en temporada alta, en zonas turísticas». La situación en Ibiza es dramática, excepcional, de emergencia todo el año, y se agravará, de eso no hay duda. No hay que poner parches ni excusas ni demonizar a quien se busca un techo; la gente necesita dignidad y seguridad, lo básico que, como democracia civilizada, estamos obligados a garantizar. Gobierno central, Govern, Consell y ayuntamientos deben ponerse las pilas porque llegan con años de retraso.

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