Opinión | Para empezar

Las Páginas Amarillas

Con más de 20 años de profesión, a veces una se siente la abuela cebolleta cuando llega a Es Diari una visita de escolares nacidos hace tan sólo una década. Ayer les pregunté si sabían qué eran las Páginas Amarillas, ese directorio telefónico de papel que usábamos como fuente de información en el año 2001 en la Redacción de Radio Nacional de España en la Plaza Carretas de Granada. Sólo la profesora dijo que sí con sorna. Aunque los principios son los mismos, las herramientas de trabajo han evolucionado de una manera vertiginosa en el periodismo, como en casi cualquier acto cotidiano. En la radio, de las grabadoras gigantes con cintas magnetofónicas hemos pasado a grabar un audio, e incluso con imagen, con un móvil, pero antes de eso estuvieron los minidisk, las grabadoras de casete o de mp3. Por otra parte, internet es ahora ese gran directorio de contactos que Telefónica separaba en dos guías, las páginas amarillas con teléfonos de negocios o profesionales y las blancas de particulares. Casi todo está en la red, en este mundo pararelo virtual a veces tan real como irreal. Esos tochos de papel repletos de letras y números son así ya parte del pasado. Una pieza más que recogerán los museos de objetos tangibles que desaparecieron en la era de internet.

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