Y Córdoba reina en el caos

Fernando de Lama

Fernando de Lama

En los últimos días he intentado hallar en la política española un caso similar al que se vive en Formentera con Córdoba como presidente del Consell no adscrito a ningún grupo político. He encontrado alcaldes no adscritos, como el de Arona en Tenerife en 2020. Su partido, el PSOE, se partió en dos y él fue expulsado, pero seis concejales se mantuvieron a su lado. También el de Sant Joan d’Alacant, que quedó como alcalde no adscrito tras ser expulsado de su partido, Ciudadanos, junto a otros ediles, pero al final acabaron integrándose en el PP. Hay un caso casi tan rocambolesco como el de Formentera, en la ciudad autónoma de Melilla, cuyo presidente llegó al cargo tras ser el único electo de Ciudadanos, apoyado por el PSOE y los independientes de CDM y en contra de la mayoría del PP. Cs le expulsó por no dar su voto al PP y se quedó como alcalde-presidente no adscrito en un gobierno con el CDM y tres de los cuatro del PSOE (el otro fue expulsado). Pero un caos como el de Formentera, con un presidente no adscrito, un exvicepresidente adscrito al grupo de otros que forman parte del gobierno pero que no hablan al presidente y una oposición sentada en la puerta esperando a ver pasar el cadáver del vecino, creo que no se ha visto nunca. La originalidad al poder.

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