2023 con Mota fue otra cosa

En el último minuto, al borde ya de bajar la bola, volvió a triunfar Cristina Pedroche, pero menos por mérito que por costumbre, pues los altos mensajes piden más arte, el vestido de «tierra» era un espanto y el de lubina fresca al lado del chef Chicote daba grima solo de pensarlo. Pero para entonces 2023 había finado ya con José Mota, que es el mejor en todo: su arte para mimetizarse en quien sea, la inteligencia de sus guiones, la vis cómica descacharrante, el cuidado del decorado, la dirección de actores, el puntito de originalidad, el ritmo, el engarce de historias y hasta el saber hacer humor sin más sangre de la justa. Dracuidemont se llevó por delante, al tomarlo todo por el pito del sereno, los restos de un año dramatizado hasta la extenuación, dejándonos además sobre la mesa la receta para un 2024 distinto: humor para que no nos pongan a dieta de gravedad, miedo y tremendismo.

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