Desde la Mola

Feliz Navidad

Esta noche es nochebuena y mañana navidad reza el costumbrario popular. Parece que lo hayan inventado (los antiguos) para reflejar un 22 de diciembre en el salón de plenos de nuestro Consell de Formentera, donde si no tocó la lotería, tocaron a arrebato los ocho + 1 de Sa Unió para aprobar los presupuestos de 2024 con el voto negativo de la oposición (por aquello de marcar diferencias ideológicas) a unas cuentas públicas que hubieran firmado si las elecciones les hubieran sido propicias…pero «la mujer del césar» además tiene que parecerlo. Las cosas del querer que dijera Lola Flores.

Cuántas cosas han pasado desde el martes trágico donde a Llorenç se le ocurrió «comunicar» sus dudas al apoyo incondicional hasta esta Navidad. Ruedas de prensa. Oscar Portas como portavoz saliendo al paso de tantos dimes. Los periódicos, las radios, las teles, las redes sociales dando cuenta de rumores, de dosieres «comprometedores» por las esquinas (antaño se entregaban en un semáforo, pero como no tenemos) Grabaciones, acusaciones de esto, de lo otro. Unos piden la dimisión del presidente. El presidente la de su vicepresidenta y del líder del PP, al alimón. Un no parar entre caseta y caseta… «me han contado que…» La misma pregunta entre los opinadores, los «influyentes», incluso los de a pie. ¿Y todo esto cómo acabará? Ni la más imaginativa de las mentes tiene capacidad para resolver el enigma del Consell actual. Todo está en el aire. Unos días dan para la dimisión y en minutos se desvanece con un contundente «yo no dimito». Mientras llega la votación de los presupuestos de la Comunidad y en un por si acaso se vende un sí por 20 millones para la «discriminación» del castellano (la lengua como moneda de cambio es no conocer a la sociedad en sí misma). En esas que Córdoba se disciplina ipso facto y vota «normal». Con esas premisas (menos mal piensan, aunque no confiesan, en la oposición) llegamos a la «lotería» y en el bombo sale el gordo del sí del presidente. Se aprueban los dineros y la tranquilidad se instala en la Navidad de Formentera. Una tregua en este vodevil (ya la quisiéramos para Gaza y otras guerras) que tiene su continuidad pasado Reyes… porque me chivan (voces interesadas) que esto no acaba aquí. Me da a mí que por aquello de no buscarle los tres pies al gato, se va quedar en una pataleta y media, en un ya «no te estoy» infantil y que laissez faire, laissez passer que dirían los franceses. Al tiempo.

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