Reinas pop

«Todo lo que se le atribuye a la juventud queda fuera de la idea de monarquía. Y más cuando la heredera es una mujer que ya está siendo tratada con un sesgo paternalista»

Soy de las afortunadas que ha podido dejarse medio riñón para ir a ver el que quizá sea el último concierto de Madonna en Barcelona. Ella fue mi primer gran concierto cuando yo tenía 9 años y hoy toca cerrar el círculo con este concierto de grandes hits 34 años después. Nunca he sido una fan incondicional, pero Madonna siempre ha sido rompedora y avanzada a su generación, un lugar donde estar puestos a estar en alguna parte. Especialmente ahora que el nuevo icono pop es alguien que, más allá de la ternura que pueda despertar por su edad y aparente timidez, representa ya una institución que es todo lo contrario. En el último mes, con motivo de su formación castrense y su mayoría de edad, la princesa Leonor se ha convertido en la nueva imagen de la Corona, algo así como un mirlo blanco, la esperanza del futuro de la Corona e icono de una nueva generación (y regeneración). El instrumento perfecto para darle la vuelta a la imagen de la realeza española.

Todo un Congreso a rebosar de diputados y senadores aplaudiendo durante cuatro largos minutos a la que está llamada a ser la futura reina de España, una chica de 18 años que parecía más abrumada que convencida de lo que allí hacía. Parecía comprender que algo no encaja. Su juventud en el siglo XXI y en el seno de una monarquía, institución que jamás podrá ser sinónimo de modernidad e igualdad de los ciudadanos, de juventud, de esperanza, de apertura, de oportunidad, de ruptura. Todo lo que se le atribuye a la juventud queda fuera de la idea de monarquía. Y más cuando la heredera es una mujer que ya está siendo tratada con un sesgo paternalista propio de ese machismo que rezuma nuestra sociedad casi sin darnos cuenta.

La Princesa a mí me llega tarde como fenómeno pop y confieso que en casa estoy haciendo un poco de adoctrinamiento antiprincesas Disney, que si esto va de reinas hay otros modelos como Madonna, reinísima de la vida.

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