El templo del patriarcado

«Luis Rubiales ha hecho más por la lucha feminista que el Ministerio de Igualdad»

Siendo todo un cliché machista, Luis Rubiales ha hecho más por la lucha feminista que el ministerio de Igualdad. Al negar la evidencia y dejando que el mundo entero lo vea, ha conseguido acelerar los avances feministas de una forma asombrosa. El ‘Se acabó’ que coincidió con la triste muerte de María Jiménez, es el hashtag perfecto para definir la situación. Se acabó. Para empezar, meter a todos los hombres en el mismo saco. Me alegra notar la confirmación de que sin hombres la lucha feminista se atasca y no avanza. Y me ha sorprendido notar cómo se posicionaban a favor de Jennifer Hermoso machos que ni sabían que eran feministas. Hombres testosterónicos defendiendo un país libre de violencia machista. Solo hemos tenido que ganar un Mundial de fútbol. El templo del patriarcado, que llega al rincón más profundo del ‘señoro mainstream’.

Algunos nos dan la razón para no quedar mal y otros se esconden. Todo nos sirve. Se acabó. La madrugada pasada, sentí el peso del cambio en mi barrio. Me despertaron los gritos de una mujer que estaba siendo increpada por unos pandilleros. Salté de la cama, salí al balcón y solo grité: ¿Estás bien? Y antes de que ella me respondiera, los chicos salieron cagando leches. Parece que algunos se han dado cuenta de que realmente se acabó. La chica me lo agradeció y siguió su camino. Yo me metí feliz en mi cama y me sentí libre. Igual soy una ingenua, pero tengo la sensación de que ya no hay marcha atrás.

A una reportera de televisión le tocan el culo en directo y el presentador, con un tono muy paternalista sea dicho de paso, le para los pies y se lo llevan detenido. A Roma Gallardo, un tipo muy misógino donde la definición de machista le queda corta, le han cerrado esu canal de twitch y ha dejado YouTube antes de que se lo cierren también. Pero no nos emocionemos demasiado, que los que se esconden son células durmientes, esperando que gane la ultraderecha para poder salir otra vez. En nuestras manos está que esto no ocurra.

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