Ni un palmo más

«Sin consumir ni un palmo más de territorio». El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, asegura que el nuevo decreto de emergencia habitacional que ha preparado y está presentando el Govern poco a poco tiene esa virtud: no depredar más el territorio. Habrá que creerle, pero por experiencia todos sabemos que tal aseveración en boca de un político suena más bien a amenaza. En fin, tiempo al tiempo (confío en Marí, la verdad sea dicha). El problema de la vivienda en Ibiza y Formentera es de tal calibre que incluso amenaza a su principal industria. Y si sigue por este camino, también despoblará las islas y las convertirá en eso que avisé hace años: en un parque de atracciones turístico, vacío en invierno y petado en verano. Insistir en que la naturaleza es lo más preciado que tenemos resulta ya cansino (y quien no piense así es un peligro para las islas, para todos), por lo que resulta imprescindible que cale la máxima de Marí: «Sin consumir ni un palmo más de territorio». La piel pitiusa ha sido maltratada durante décadas y ya no puede más. Hay que parar. Y contra el problema de la vivienda, hay que trabajar en sacar al mercado lo que ya hay construido y no está ocupado, que es mucho. Tal vez incentivando al propietario y dándole más seguridad jurídica. Pero es el primer gran paso que tenemos que dar.

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