En corto

Muerte trágica en la montaña mágica

Podemos pensar los Picos de Europa como una gigantesca masa caliza hendida por sus bordes, ríos Deva (diosa) a oriente y Dobra-Sella a poniente, y atravesada por el Cares. Entre Cares y Dobra otro pequeño río, de nombre también Deva (diosa), lleva hasta su fuente, la cueva de la diosa, Covadonga. La clave mística del sistema es su insólita verticalidad, la desafiante eminencia de la piedra nacida en la mar, la caliza, un osario de criaturas marinas. Podemos empequeñecer este prodigio y hacerlo manejable por nuestra conciencia a través de muy respetables vías de apropiación, de la cultural a la montañera, bajando incluso al senderismo de masas, pero debemos hacerlo con cuidadosa reverencia, sin olvidar el fuero de la montaña, su sacralidad, la trágica ruptura del orden geológico primario de su origen, los rebotes secundarios en las gestas que jalonan nuestra pequeña historia humana.

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