Para empezar

Del ‘baby sign’ a la peineta adolescente

Habla hoy en estas páginas la enfermera Patricia Fernández de las bondades del baby sign, un sistema de signos para que los bebés puedan comunicarse antes de aprender a hablar. Aquí este método es relativamente nuevo, pero en otros países ya se practica con éxito. Patricia tiene dos niños pequeños y es una entusiasta de las bondades del sistema. Como madre veterana, y sin ánimo de aguarles la fiesta a ella y a todos los que disfrutan de las monerías de sus bebés, aprovecho este espacio de opinión para alertarles de la cara menos amable de lo que les espera y que podríamos dar en llamar, en inglés por supuesto, el teen sign. No pueden imaginarse los padres primerizos la habilidad para los signos que van a desarrollar sus hijos en la prepubertad, la pubertad y la adolescencia. A esas edades, aprenden el arte de levantar el dedo corazón mientras mantienen el puño cerrado, el de de doblar el codo y golpearlo en el pliegue con la otra mano (los muy duchos en la materia pueden combinar el corte de mangas con la peineta), el de teclear en el aire para pedir el último y carísimo modelo de IPhone y, sobre todo, son auténticos maestros en frotar el dedo índice y el pulgar. Ese signo para pedir dinero no hay que enseñárselo, lo traen de serie.

Suscríbete para seguir leyendo