Para empezar

La derrota, esa pobre huerfanita

Todos queremos ganar. Y gestionar la victoria es muy fácil. Pero apechugar con la derrota, eso es otro cantar. Ya lo dijo Napoleón: «La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana». Después de las elecciones, los triunfadores nos han regalado euforia, sonrisas y alegría. Mientras, los derrotados (en estos comicios, PSOE y Podemos), han sacado todo el arsenal de tópicos políticos para estos casos. Para que no se pierdan entre vacuas declaraciones, me permito traducir del politiñol al castellano algunas de las frases de estos días:

Ángel Luis Guerrero: «No hemos sabido explicar el programa» (Les importa un bledo lo que prometemos en campaña).

Antonio Lorenzo: «Hay un cambio de ciclo» (¿Cómo no nos ha votado ni el Tato en Sant Antoni, con el salero que tiene la ministra de Hacienda?)

Pilar Costa: «Hay que mirar hacia delante» (Aquí no dimite ni dios. Vamos a hacer como si no hubiera pasado nada).

Pilar Costa: «La abstención ha perjudicado a la izquierda» (Nuestros simpatizantes han preferido quedarse en casa viendo la peli de Antena 3 que ir a votarnos).

Gloria Santiago: «Es una noche triste para la isla» (¿Pero cómo me he quedado sin escaño con los tiktoks tan chulos que hago?).

Josep Marí Ribas ‘Agustinet’: «Cri cri cri...» (Cri cri cri...).

Con lo fácil que es decir la verdad. Es lo que hizo José Luis Rodríguez Poblador de Ciudadanos (partido que ha pasado a mejor vida, no así sus cargos) cuando sentenció tras conocer que les habían borrado del mapa: «La gente nos ha dicho que no nos quiere». Más claro, agua.

Suscríbete para seguir leyendo