Políticos que son ‘fake’

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

Para quien no lo tenga claro ya, la campaña electoral ha comenzado. No les quepa duda de que, en cada acto público donde el protagonista sea un político, no va a perder la oportunidad de criticar al partido contrario y sus representantes, ya sean municipales, regionales o nacionales y de anunciar todo lo que haría mejor si gobernara.

El hecho de que la campaña electoral y los mítines estén circunscritos a unas fechas es papel mojado. La diferencia con los actos que se van a suceder hasta mayo es que, en campaña, todo el mundo sabe qué va a escuchar en un mitin, mientras que, hasta entonces, les colarán mensajes subliminales, o descarados y sin ningún tipo de pudor.

Y entre estos mensajes, muchos se asemejarán a las llamadas fake news, es decir, serán mentira. En general, los políticos son expertos en darle la vuelta a la tortilla cuando a ellos no les interesa algún dato o en callar lo bueno del contrario y hasta ahí se puede entender como el juego de la política. Pero también hay mucho fake que ante una multitud o en cualquier foro, casi siempre donde no se puede preguntar, hace afirmaciones que son literalmente mentiras.

Lo peligroso de esta actitud es que se puede cumplir aquello de que una mentira contada mil veces se convierte en verdad, con lo que, al final, lo que se hace es alienar al ciudadano que confía en un partido o en un político, abusar de su buena fe para engañarle con el único propósito de lograr un voto y, ya de paso, que odie al contrario.

Es triste que muchos de esos asistentes a mítines, de esos seguidores, no se replanteen en ningún momento las palabras del político que les habla y le crean a pie juntillas. De eso se sirve el político, sabe que nadie va a discutirle y al final incluso se creerán su mentira.

Pero estamos en la era de las nuevas tecnologías, en la era en la que todo está en internet, en la que a un golpe de clic te puedes encontrar lo que dijo ese mismo político hace años o informaciones que den certeza o desmientan lo que dice. Es fácil por tanto desenmascarar al mentiroso, el problema es que pocos intentan ir más allá de lo que le está contando aquel a quien sigue.

Pero el político sí puede cambiar de actitud y dejar de mirar a la persona como un voto, evitar las mentiras y arriesgarse con la verdad. Así que, como decía ese anuncio, busquen, comparen y, si encuentran algo mejor, cómprenlo.

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