Opinión

Mr Marshall, los reyes y el estand de Ibiza

¡Que vienen, que vienen! La comitiva de políticos pitiusos en la feria turística de Madrid, con más gente que la cola del Primark en rebajas, se atusaba el tupé (el que aún lo tiene), se repasaba el carmín o escondía barriguita ante la inminente llegada de los reyes, Felipe y Letizia. Esperaban ansiosos el paso de sus majestades, incluso aquellos con arraigados ideales republicanos, para hacer la reverencia pertinente a la regia pareja, a lo Meghan Markle. Lo que sea por salir en esa foto. Ya se imaginaban esas instantáneas con sus caras de arrobo junto a los reyes en el Hola. Un sueño. Y en esas llegaron Felipe y Letizia, bueno lo de que llegaron es un decir, porque ambos cruzaron por delante del estand de Ibiza como una exhalación, diez segundos cronometrados por el enviado especial de este diario, José Miguel L. Romero. Diez segundos en los que ni siquiera giraron sus regios cuellos ni miraron de reojo a la abultada delegación pitiusa. A los políticos que formaban en el estand se les quedó la misma cara que a Pepe Isbert en ‘Bienvenido, Mister Marshall’, la mítica película de Berlanga. El alcalde de un pueblo perdido espera con farolillos, folclórica y banda de música al diplomático de los Estados Unidos que al final pasa en su coche a toda velocidad sin detenerse. Adiós al Hola. Snif.

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