Opinión

‘El suc i la sardina’

Hace unos años, en Sant Antoni, tuve una revelación. Era el último año como alcaldesa de Pepita Gutiérrez, que muy orgullosa nos presentaba una brillantísima idea: el October Festival Ibiza, una iniciativa que alargaría la temporada y revolucionaría el pueblo. Una idea que, como tantas ideas brillantes, no tuvo continuidad. Evidentemente, fui al passeig de ses Fonts a disfrutar del Festival. En un escenario, una birriosa banda de tributo a Loquillo perpretaba unas versiones del rockero catalán que producían bastante bochorno. Lo que me llamó la atención fue el poderoso contraste entre lo escuálida de la oferta artística y musical y el poderío del escenario por el que deambulaban esos pobres músicos. El escenario -montado por Sonitec- era realmente espectacular, con un gran despliegue de luces y un potentísimo sonido. En ese momento, recordé una frase que dice mucho mi madre y es la de: «aquí val més el suc que la sardina». Es decir, aquí se ha destinado más esfuerzo y recursos a lo secundario, y se ha olvidado lo principal. Se han dedicado cuatro duros a contratar a los artistas y se han rascado el bolsillo para montar un escenario que no es acorde con lo que hay. Es lo que sucede, claro está, cuando lo que importa es enriquecer a tus amigos.

Suscríbete para seguir leyendo