Opinión

Eco...¿qué?

Utilizamos términos como quien utiliza los pañuelos de papel. Ahora todo es ecológico. Nos hemos pasado a la moda del ecologismo. Todo lo que no es ecológico no está bien visto pero luego miramos a nuestro alrededor y los caminos, los torrentes, los campos y las playas están llenos de desperdicios. Como dice el Papa Francisco en la encíclica sobre la ‘Casa Común’, sobre el cuidado del planeta: «No se trata tanto de hablar de ideas, sino sobre todo de las motivaciones que surgen de la espiritualidad para alimentar una pasión por el cuidado del mundo. Porque no será posible comprometerse en cosas grandes sólo con doctrinas sin una mística que nos anime, sin unos móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la acción personal y comunitaria» (n. 216).

Debemos estar convencidos. Con gestos personales pero también institucionales. Todos estamos, aparentemente, de acuerdo. Nos tenemos que poner manos a la obra. «No es algo secundario», nos dice el Papa. No es algo que podemos elegir. La «conversión ecológica» nos apremia. No podemos dejar de lado el tomar decisiones personales, no solo por que nos lo piden las instituciones, sino por que el planeta «gime con dolores de parto» (Romanos 8,22). No podemos provocar más sufrimiento a nuestros mares, a nuestros campos, a nuestra Madre Tierra. Tenemos que provocar una manera de vivir, de consumir más sostenible. Pero también una manera de movernos más respetuosa con el entorno.

Esta semana nos recordaba nuestra presidenta que es insostenible la saturación del puerto de la Savina en horas punta. Las autoridades parece que toman cartas sobre el asunto. Pero no es solo algo que dependa de los de arriba. Nosotros también tenemos que exigir políticas verdaderamente ecológicas y sobre todo llevar una vida coherente. No solo cumplir con lo respetuoso con nuestro entorno sino contribuir y ayudar a que los demás también lo cumplan. Debemos «alentar las mejores prácticas, para estimular la creatividad que busca nuevos caminos, para facilitar las iniciativas personales y colectivas» (LS n.177), apagar luces, cerrar grifos, reducir barcas, consumo responsable, … pequeños gestos, grandes acciones.

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