PLAYAS Y CALAS PARA PERDERSE
Sus más de 550 kilómetros de costa y las más de 200 playas que recorren su geografía convierten a Mallorca en el destino favorito de los amantes del mar. Pueden encontrarse arenales de inmensas proporciones como la playa de Palma o es Trenc. También puede recorrerse todo el variado litoral de Calvià, Andratx y la serra de Tramuntana. En el norte de la isla, acercarse a las bahías de Alcúdia y Pollença, destacando la de Formentor.
RIQUEZA CULTURAL
Más allá del sol y la playa, existe una rica vida cultural que late junto a su patrimonio histórico y natural. La visita a los edificios emblemáticos de Palma y las principales localidades de la isla se completa con el recorrido por museos y galerías. En el caso de la capital, no hay que perderse las colecciones que albergan y las actividades que se organizan en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo Es Baluard, el casal Solleric, el Museo Fundación Juan March y la Fundació Miró Mallorca.
DELICIAS GASTRONÓMICAS
La esencia cultural mallorquina está reflejada en su imaginativa y exquisita cocina. Junto a la ensaimada y la sobrasada, que son los manjares estrella, en verano destacan los refrescantes trempó, una ensalada con tomate, pimiento verde y cebolla, y el tumbet, que contiene berenjenas, pimientos y tomates sin olvidar las cocas de verdura, los cocarrois, las empanadas y las rebanadas de pa amb oli, junto a las pastas dulces y saladas.
ATARDECERES DE ENSUEÑO
El entorno natural mallorquín que combina el litorial y las montañas es ideal para disfrutar de puestas de sol de una belleza extraordinaria gracias a la variedad paisajística y los contrastes. Este espectáculo de la naturaleza es posible contemplarlo en la variedad de playas y calas que se extienden a lo largo de todo el archipiélago. Las temperaturas cálidas que se registran durante todo el año son una ventaja para sentarse sin prisas a admirar el misterio y la riqueza de la naturaleza isleña.
PATRIMONIO SINGULAR
El paso de numerosas civilizaciones por la isla han dejado su huella en forma de construcciones únicas. De la época talayótica pueden encontrarse los talaiots de planta redonda o cuadrada de Capocorb en Llucmajor o ses Païsses en Artà. Resulta recomendable visitar el museo arqueológico de Son Fornés, en Montuïri y para acercarse a la época romana nada mejor que explorar los restos monumentales de Pol·lèntia, hoy Alcúdia, como puentes, calzadas y acueductos.
PASEO COMERCIAL
La atractiva oferta comercial y de ocio nocturno complementa su riqueza paisajística y cultural. El rico tejido comercial de Palma, la capital, como otras ciudades y pueblos como Inca, Manacor o Felanitx permite adquirir todo tipo de productos. Las rutas de tapeo por los principales locales de restauración se suman a la extensa presencia de espacios abiertos y comercios. Resulta recomendable visitar los mercados semanales que se celebran en muchas localidades de la isla.
CASCOS HISTÓRICOS
Dar un paseo por la zona más antigua de las principales localidades mallorquinas ayuda a sumergirse en la huella que han dejado las numerosas civilizaciones que han pasado por la isla. No hay que perderse el casco histórico palmesano con su Catedral, el Palacio de la Almudaina, la Lonja, el castillo de Bellver, los patios, los palacios señoriales y el paseo del Born.
ESPACIOS PROTEGIDOS
La Serra de Tramuntana constituye el espacio natural más grande y valioso de Balears. Se extiende a lo largo del litoral noroccidental de Mallorca, desde la península de Formentor hasta la isla de sa Dragonera. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por su riqueza natural y cultural. El parque Nacional de Cabrera alberga la mayor riqueza natural de las islas y es el mejor exponente de ecosistemas insulares no alterados del Mediterráneo compuesto de numerosos islotes por descubrir.
CUEVAS MISTERIOSAS
Están consideradas uno de los lugares más misteriosos de Mallorca y la conforman cuatro cuevas, situadas en el municipio de Manacor, cerca de Porto Cristo. Son famosas por sus estalactitas y estalagmitas. Alberga el denominado largo Martel, uno de los mayores subterráneos del mundo. Son las más conocidas de Mallorca pero la isla cuenta con más de tres mil en las que se esconden verdaderos tesoros bajo la superficie que ayudan al viajero a sumergirse en un mundo de misterio y belleza.
TREN CON HISTORIA
Viajar al pasado y vivir la historia subido en un tren es una de las experiencias más curiosas que ofrece Mallorca gracias al ferrocarril de Sóller que une Palma con esta ciudad situada en plena Serra de Tramuntana. Este tren eléctrico construido a principios del siglo XX ha logrado sobrevivir y es posible disfrutarlo con su estructura original de vagones de madera desde los que contemplar el paisaje y visitar Sóller y su puerto al que puede accederse en tranvía.
