Todavía no es mediodía y ya hay bastante ambiente en Santa Gertrudis, que acaba de inaugurar este fin de semana sus festejos patronales. Hoy se celebra la festa pagesa del Grup de Balls Tradicionals de Santa Gertrudis. Las perspectivas de afluencia de público son muy buenas en vista de los más de cien tiques que, antes de las doce, se han vendido para degustar el plato estrella de la jornada, la frita de matances. También es optimista la presidenta de la colla organizadora, Maria Roig: «Creo que vamos a tener bastante gente porque el tiempo acompaña y Santa Gertrudis siempre tiene gancho. Esperemos que haya suficiente con la cantidad de frita de porc que estamos preparado, que dará para unas 300 raciones».
Roig explica que la festa pagesa, que durante mucho tiempo se había hecho en el Pou d’en Gatzara, llevaba sin organizarse, debido a la pandemia, desde 2019. «Aquel año, como ahora, la celebración se hizo en Santa Gertrudis, coincidiendo con las fiestas patronales», apunta tras explicar que con este evento recaudan fondos para las actividades anuales del grupo, entre ellas, su festival folclórico, «que este 2022 cumplió veinte años».
Muy cerca de la presidenta del Grup de Balls Tradicionals de Santa Gertrudis está Neus Torres, de Can Rei, y otras compañeras que se dedican a hacer bunyols. La receta que siguen, comenta, se la dio su abuela materna.«Llevan harina, agua, manzana, patata, zumo de naranja, anís, piel de limón y levadura de cerveza», detalla mientras una clienta, muy interesada, toma nota en el móvil de todos los ingredientes para hacer este dulce en casa. Se llama Pamela Spaciuk y es argentina «con apellido ucraniano y pareja ibicenca». Es la primera vez que acude a esta celebración. «Es superbonito que hagan fiestas como ésta para que no se pierdan las tradiciones», dice antes de comprar una ración de bunyols, que le sirven ensartados en una rama de romero como alternativa a los envases de plástico.
Frente a la gran carpa, los más pequeños se entretienen con los juegos tradicionales que les ha preparado la colla de Santa Gertrudis. Han empezado con las carreras de saco.
Entre bolos y fogones
Escaleras arriba, en la zona de césped ubicada detrás de la iglesia, hay un grupo de gente jugando a los bolos payeses. Entre ellos, algunos jovencitos, como Paula, de once años, que juega por primera vez en su vida. Es de Mallorca y está en Ibiza con su familia «de fin de semana». El jugador que ha obtenido mayor puntuación hasta ahora es Jordi Riera, «seis puntos en dos tiradas». Él y su pareja, Marina, cruzan los dedos para que en lo que queda de jornada nadie le supere y puedan llevarse el primer premio, una noche en un agroturismo.
En el mismo lugar donde se juega a los bolos Joan de Can Cucons, con la ayuda de unos cuantos pinches, prepara la frita de porc. Ya ha puesto al fuego, en una gran paellera, la panceta, a la que añadirá luego las costillas y el hígado. «Tenemos unos 100 kilos de carne y otros cien de patata, pimientos verde y rojo y ajos», comenta. Vicent Formiga y Vicent Teixidó, que se ocupan de los ajos, explican que se pusieron manos a la obra a las diez. A su lado están Pepe y Carlos, que fríe las patatas. Calculan que la comida estará lista para las dos y media de la tarde.
"Hay cuchillos para las matances y también los que servían para defenderse"
Las terrazas de los bares del pueblo están llenas y muchos visitantes se pasean por la plaza de la iglesia curioseando entre los puestos de la feria de artesanía. Se pueden encontrar desde instrumentos de música tradicionales hasta gruesos calcetines de lana.
Juan Bonet, que es ganiveter y de Santa Gertrudis, se ha animado a participar en la festa pagesa del grupo folclórico de la localidad. «Hay ambiente y siendo noviembre el tiempo es espléndido», comenta este «maestro artesano honorífico» que exhibe en su puesto «cuchillos típicos de Ibiza» con usos diversos, «los hay para las matances y también los que servían para defenderse».
Artesanía a base de papel y otros materiales reciclados
Justo al lado, Marinela Torres tiene un puesto de artesanía elaborada con papel y otros materiales reciclados. Tiene cestos, monederos, bolsos, libretas y todo tipo de objetos decorativos, entre ellos, una original emprendada con una Virgen de la Macarena en honor a su madre, que es sevillana. Todo está confeccionado con finos «tubos de papel de diario, que endurece con cola y a los que aplica un tratamiento para que sean resistentes al agua. Esta contable reconvertida en artesana de Puig d’en Valls aprendió a hacer cestería y senallons con su padre. Cuando llegó la pandemia decidió pasar del esparto al papel de diario y no le va nada mal. Es la primera vez que participa en la festa pagesa de Santa Gertrudis.
Una clienta observa embelesada los cuadros con motivos tradicionales de Rels d’Eivissa. «¿Los ha hecho usted? Son muy bonitos», le dice a Antònia Planells, que le confirma que todo lo que hay en su puesto, también los delantales, las manoplas y los servilleteros, lo ha hecho ella artesanalmente. «La jornada está yendo muy bien», valora mientras en la plaza se prepara para bailar el Grup de Balls Tradicionals de Santa Gertrudis.
