Adiós al dos en uno de Cas Dominguets

En 2008 se propuso albergar el Arqueológico y la Biblioteca en el mismo edificio de sa Joveria

J.m.l.r. eivissa

Hace 15 años y siete meses, el 27 de agosto de 2008, el entonces ministro de Cultura, César Antonio Molina, aseguraba que antes de acabar aquella legislatura se construirían en Ibiza la Biblioteca Nacional y la nueva sede del Museo Arqueológico. El espacio elegido para albergar ambas infraestructuras culturales era un terreno cedido por el Consell en Cas Dominguets. La operación costaría 14 millones de euros. Los políticos pitiusos estaban tan agradecidos que incluso anunciaron que nombrarían a Molina presidente de honor del Consordio Ibiza Patrimoni.

El edificio, de unos 7.000 metros cuadrados, albergaría tanto el museo como la biblioteca y un archivo. Los tres en el mismo espacio. «Me encantaría poder inaugurarlo», afirmó Molina, que, está claro, no tenía poderes adivinatorios: José Luis Rodríguez Zapatero lo despachó ocho meses después. «A partir de hoy, la biblioteca comienza a caminar», comentó también, con poco acierto premonitorio, el presidente del Consell Ibiza, Xico Tarrés.

Sí, han leído bien: por entonces, la alcaldesa de Vila, la socialista Lourdes Costa, proyectaba dar otro uso a la antigua Universitat (sede del Arqueológico) y convertirla en una prolongación del Centro de Interpretación de Dalt Vila de la Casa de la Cúria, de manera que se convirtieran en el «futuro Museo de Historia de la Ciudad». El contenido del Museo Arqueológico (que dos años más tarde se cerraría a cal y canto por unas filtraciones que convirtieron sus paredes en cascadas y al que hubo que ‘coser’ con acero para que no se derrumbara) se trasladaría a ese edificio previsto en Cas Dominguets, que compartiría con la Biblioteca Estatal.

Tres lustros después, el Ayuntamiento, en manos del PP, quiere que el Museo Arqueológico siga donde estaba y considera que el edificio de los antiguos juzgados es más idóneo para acoger la Biblioteca Estatal porque tiene 2.000 metros cuadrados más que el que podría edificarse en sa Joveria. Y sólo han pasado 15 años.

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