Semana Santa 2024

Domingo de Resurrección en Ibiza: El Santo Encuentro desafía al viento

La Semana Santa de Ibiza se despide en el parque Reina Sofía con el evento de las cofradías del Santo Cristo de la Agonía y Nuestro Padre Jesús Cautivo

Maite Alvite

Maite Alvite

Los cofrades de las hermandades que organizan el Santo Encuentro de Ibiza, la de Nuestro Padre Jesús Cautivo y la del Santo Cristo de la Agonía, se citan a las ocho de la mañana en la parroquia de Santa Cruz para prepararse para el evento. Miran al cielo y respiran aliviados al comprobar que la lluvia que se anunciaba para el Domingo de Resurrección no parece que vaya a hacer acto de presencia.

«Nos habíamos planteado anular la salida al parque Reina Sofía y hacer el acto dentro de Santa Cruz si llovía», comenta la presidenta de la cofradía del Santo Cristo de la Agonía, Tamara Herranz, mientras contempla el paso de Nuestra Señora de la Esperanza, ataviada para la ocasión con ropajes blancos y dorados. Estrena fajín, que ha confeccionado Fernanda Bermúdez, que este Sábado de Pascua se encargó de vestir la imagen junto a Pilar Pintor Hinojosa y la propia Herranz. Son camareras de la Virgen, como Magdalena Ruiz Zapata y como lo era su hermana María, fallecida este año. En su memoria se ha colocado un crespón negro en el llamador del paso, que van a portar «a doble varal por debajo» una veintena de personas, la gran mayoría mujeres.

Juventud y veteranía

Las dos costaleras más veteranas de esta hermandad son Isabel Mateos, de 65 años, y Pepi Villegas, de 62, que llevan portando la imagen desde que se adquirió en 2009. «Es duro cargar con el paso, pero los kilos no pesan tanto cuando se tiene devoción», aseguran. «Sarna con gusto no pica», apostilla Pedro Rodríguez, que es costalero desde los quince años, ahora tiene 22, de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo. Estos comentarios se hacen en el exterior de la parroquia, mientras los cofrades esperan que termine la misa de Pascua de las 8.30 horas.

Este año, a diferencia de otros, las hermandades han decidido partir más pronto de su sede, a las 9.30 horas, para llegar puntuales al parque Reina Sofía, donde a las 11 horas se ha programado el Santo Encuentro.

El Santo Encuentro desafía al viento

La presidenta de la cofradía del Santo Cristo de la Agonía, Tamara Herranz, coloca imperdibles en el manto de la Virgen. / Toni Escobar

El paso de la Virgen de la Esperanza es el primero en salir de la iglesia, siguiendo las indicaciones del capataz, Rubén Villalba. Los costaleros tienen que arrodillarse para que la talla pueda pasar por la puerta. Decenas de personas aplauden la hazaña y los músicos de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Cautivo, dirigidos por Vicente Nadal, arrancan a tocar el himno de España.

La procesión de la Virgen, acompañada por la percusión de la agrupación musical del Santo Cristo de la Agonía, se dirige a la calle del Bisbe Huix para luego enfilar por la Vía Romana.

Aproximadamente media hora después, le toca el turno al paso a costal de Jesús Resucitado, que tiene que hacer la misma maniobra para pasar por la puerta del templo, dirigida por el capataz Antonio Pineda. A la salida de la imagen de la iglesia vuelven a sonar los compases del himno de España.

En este caso, la procesión va por la calle Aragón para luego desembocar en la avenida Ignasi Wallis y pasar junto a Vara de Rey camino a Joan Xicó. Delante, con el estandarte, va el presidente de la cofradía Nuestro Padre Jesús Cautivo, Manuel Marchena. Los cofrades llevan consigo estampas de Jesús Resucitado, bolsitas con pétalos de flores de la petalada del Jueves Santo y piruletas de nazareno para repartir entre el público.

Montse Braña observa emocionada el paso de la comitiva, en la que van, a la cabeza, cinco jovencitas de la hermandad que tienen entre once y doce años. Entre ellas está su nieta, Ariadna Heredia.

Cumpleaños con la Virgen

A las 10.30 horas, aproximadamente, el paso de Nuestra Señora de la Esperanza llega al parque Reina Sofía, donde están colocando las sillas para la misa de Pascua que va a oficiar el párroco de Santa Cruz, Miguel Ángel Riera.

De momento, no hay mucha gente. «El cambio de hora nos ha fastidiado», comenta la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Ibiza, Carmen Domínguez, a la presidenta del Santo Cristo de la Agonía.

Pendientes de la llegada del paso de Jesús Resucitado, las costaleras de la Virgen de la Esperanza aprovechan para descansar un poco y, de paso, cantar el ‘Cumpleaños feliz’ a una de sus compañeras, Judith Roig, que cumple 17 primaveras. Celebrar su aniversario llevando a la Virgen es su «mejor regalo», dice la joven, que se ha estrenado como costalera esta Semana Santa. A lo lejos ya se puede escuchar la música que acompaña a la otra procesión, que está a la altura de Vara de Rey.

Poco a poco, el parque Reina Sofía se va llenando de gente y, de repente, empieza a soplar el aire cada vez más fuerte. «El año pasado hizo calor, y este año viento», comenta resignada Tamara Herranz.

Minutos antes de las 11 horas, Jesús Resucitado llega al final de su trayecto. La gente prepara los móviles para registrar el gran momento: Cristo y la Virgen, situados de frente, se encuentran y comienzan el baile de reverencias, acercándose y alejándose ligeramente. El público prorrumpe en aplausos y lanza pétalos. Los costaleros hacen que los pasos se balanceen levemente y la imágenes parecen moverse casi al mismo ritmo que las ramas de los árboles del parque, mecidas por el viento.

El párroco de la iglesia de Santa Cruz, Miguel Ángel Riera, ofició la misa de Pascua al aire libre con la que culminó el evento.

El párroco de la iglesia de Santa Cruz, Miguel Ángel Riera, oficia la misa de Pascua al aire libre. / Toni Escobar

Las rachas de aire son cada vez más intensas y, antes de depositar los pasos junto al escenario del parque Reina Sofía, la presidenta del Santo Cristo de la Agonía, con ayuda de otros cofrades, empieza a colocar imperdibles y alfileres en el manto de la Virgen para evitar que se infle o se vuele.

Empiezan a ca er algunas gotas y hay quien teme que se ponga a llover de un momento a otro. Al final, agua no cae, pero el viento, que sigue haciendo de las suyas, obliga a bajar el altar que se había instalado en el escenario del parque para la misa de Pascua con la que culminará el Santo Encuentro. Lo explica el párroco de Santa Cruz antes de invitar a todos los congregados a participar en la ceremonia religiosa al aire libre.

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