El número de usuarios de Proyecto Hombre en Ibiza aumenta un 40% en un año

Joan Orvay, que se inició en el consumo de cocaína y alcohol a los 16 años, comparte el proceso que le ha permitido escapar de las adicciones

Joan Orvay y Elena Sánchez, en la sede de Projecte Home en Vila. | VICENT MARÍ

Joan Orvay y Elena Sánchez, en la sede de Projecte Home en Vila. | VICENT MARÍ / josep àngel costa. eivissaJ.A.Costa. eivissa

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

Siempre se dice que los porros son la puerta de entrada al resto de drogas. No es el caso de Joan Orvay, de 42 años. Jamás fumó, pero solo tenía 16 cuando probó su primera raya: «Fue sobre la alfombra de un Fiat Panda que estábamos arreglando». Sus dos mejores amigos de Sant Jordi se habían ido a estudiar a Barcelona y él se juntó con gente mayor, de hasta 30 años. «Me preguntaron ‘¿quieres una, chaval?’ Lo hice para sentirme a su altura», recuerda.

Con el tiempo, aquella raya acabó costándole el matrimonio. Su consumo de cocaína siempre estuvo asociado al alcohol, al igual que una cuarta parte de los usuarios que tratan de enderezar su vida con Projecte Home en Ibiza. Hay un gran obstáculo antes de pedir esa ayuda: el autoengaño en que vive la mayoría.

«Lo que más me costó es reconocer que tenía un problema. Como soy muy trabajador, generaba bastantes ingresos como mecánico y la gente no se daba cuenta de lo que me pasaba. Hasta que un día te das cuenta que te pones a consumir nada más despertarte ,y antes de un café con leche, para ir al trabajo», confiesa.

Joan Orvay ha recibido el alta la semana pasada, tras 22 meses de terapia.

Joan Orvay ha recibido el alta la semana pasada, tras 22 meses de terapia. / V. Marí

«Empiezas pillando [cocaína] con unos cuantos amigos para ir de fiesta. De una vez al mes se pasa a cada 15 días y después cada fin de semana. Y si no encuentras, ni te apetece salir». Al casarse, Orvay interrumpió esos vicios, pero volvió a caer años después. La ebriedad era otro engaño para no pensar en sus problemas. Le afectó mucho la muerte de un jefe suyo y recurría cada vez más a esa vía de escape.

La caída

Si tomaba una copa, ya no podía parar. Tras unas cuantas, le entraba el ansia de tomar cocaína. Así le servía para compensar la borrachera y seguir bebiendo. Así sentía que era una persona alegre y con ganas de hablar con los demás. «En verdad, solo escondes que estás amargado por dentro y piensas que te ven como una persona feliz», precisa.

"Al final, los problemas de los que quieres escapar se agravan y encima te conviertes en adicto"

Comienzas colocándote para ir de fiesta, pero al final acabas aislándote. «Incluso si estás con los amigos, buscas cualquier mentira. Les dices que te quieres ir a dormir y en verdad vas a meterte», recuerda. «Al final, los problemas de los que quieres escapar se agravan y encima te conviertes en adicto».

Aunque no tenía problemas laborales ni económicos, tocó fondo el día que tenía que ir a buscar sus hijas al colegio y no se presentó. Hace cuatro años que empezó a darse cuenta que el asunto se le iba de las manos. Pero no se da el paso de un día para otro. «Me dije mil y una veces que esa era la última vez que tomaba. O, si salía, me convencía de que me metería menos y que esa noche me retiraría a casa a una hora prudencial, pero sigues engañándote».

El apoyo

Elena Sánchez lleva tres años como directora de Projecte Home Balears en Ibiza, donde entró a trabajar como psicóloga. Espera a este diario con motivo del vigésimo cuarto aniversario de la apertura del centro en Ibiza, ahora con sede en la calle Albarca, en el barrio de Can Misses.

En el salón principal, Sánchez espera en un sofá. Le acompaña Orvay, que hace una semana que ha recibido el alta para superar sus adicciones a través del programa ‘Solpost’, específico para problemas de policonsumo.

Elena Sánchez, en la sede de Projecte Home Eivissa.

Elena Sánchez, en la sede de Projecte Home Eivissa. / V. Marí

Las paredes de la estancia están decoradas con cuadros elaborados con materiales reciclados o de desecho. Son obra de los propios usuarios en un taller de manualidades. «Les ayuda a focalizar la atención, generar un estado de calma y compartir tiempo con sus compañeros, pero va mucho más allá. Cogemos esas cosas reutilizables, sin vida, como hojas o trozos de madera, porque así ven que se puede dar un sentido a un objeto que ya lo había perdido. Les permite ver que ellos también tienen una segunda oportunidad», reflexiona Sánchez.

Orvay no tenía ni idea de qué persona iba a llegar para hacer el reportaje. Se sorprende gratamente al reconocer al entrevistador, después de unos cuantos años sin verse. No se avergüenza ni quiere esconderse. Ni tiene por qué. Como tantos otros, empezó un juego que se les escapó de las manos. Ahora puede sacar pecho por salir de ese pozo. Su caso puede ser un ejemplo para los que se siguen prometiendo, resaca tras resaca, que mañana lo dejan.

El acompañamiento durante el proceso para abandonar las adicciones es un proceso fundamental

Él ha tenido la gran suerte de contar con el firme apoyo de su familia, sobre todo de su hermana y su padrina, que le han acompañado semanalmente a las terapias de apoyo. Este acompañamiento es un pilar fundamental para los usuarios. De hecho, Projecte Home también ofrece grupos de autoayuda para los familiares.

Antes de tocar la puerta de la entidad, Orvay se animó gracias al testimonio de un antiguo usuario. «Yo lo había conocido cuando él estaba en pleno consumo y me di cuenta de que ahora estaba de maravilla». Igualmente, otro conocido que había acudido como acompañante a Projecte Home le alabó los resultados del amigo al que asistió.

La llamada

«Al principio, dudé mucho en llamar. Temía que no habría nadie como yo, que solo habría gente marginal. Me encontré con personas con sus trabajos que sufrían los mismos problemas», detalla. El 3 de mayo de 2022 tocó la puerta. Se empieza con una entrevista personal donde rompió a llorar al sacar todos sus sentimientos. «Me di cuenta de que toda la vida me los había guardado para mí. El 90% de las personas que pasamos aquí tenemos problemas que escondemos», admite. Sánchez confirma esta impresión: «La herramienta principal que tenemos es la comunicación, no ocultarnos».

El proceso de Orvay ha durado 22 meses. Al principio, acudía dos veces por semana, que en los últimos seis meses se reducen a una. Al cabo de dos semanas de las entrevistas iniciales, de carácter motivacional, empezó a asistir a las terapias de grupo. Allí tenía que confirmar con analíticas que estaba limpio.

"Hay que saber soportar la soledad y el aburrimiento, porque son sentimientos que se suelen tapar con los consumos"

Tardó dos meses más que la media en recibir alta porque, para abandonar la primera fase, debía cumplir con un objetivo clave: aprender a pasar el tiempo libre de manera saludable. Pero su alternativa fue volcarse en el taller de mecánica, noche y día, pero le hicieron ver que esa no era la solución.

«El objetivo es cuidarse, dedicarse tiempo para ellos. Hay que saber soportar la soledad y el aburrimiento, porque son sentimientos que se suelen tapar con los consumos», precisa Sánchez. Así que le marcaron como objetivo que no trabajara tanto, que pasara más tiempo con sus hijas, paseando o cocinando.

Le aconsejaron ir sin dinero ni pisar un bar. «Al principio no entendía que no pudiera llevar algo para tomar un cortado, luego me di cuenta de que, al pasar por algún sitio donde había consumido, me entraba el craving (ansia)».

También sintió alguna tentación al toparse con publicidad de cerveza. Ya lo ha superado y ahora quiere seguir colaborando con Projecte Home como voluntario, pero deberá esperar un tiempo. «Tras recibir el alta, toca que el usuario se desvincule por completo para que reafirme su autonomía personal», precisa Sánchez.

Orvay ahora se siente como la misma persona que cuando era pequeño. Este sentimiento lo ha confirmado las dos veces que se ha ido al Camino de Santiago con su cuñado. La vida espartana en los albergues con cena comunitaria, la serenidad de los prados gallegos o la sensación de infinitud de la meseta castellana fueron otra terapia. «Te encuentras a ti mismo con esa soledad entre la inmensidad. Repasas tu vida a cada paso que das y te recompones». Este año concluirá el tramo pendiente.

247 personas atendidas durante 2023

Projecte Home Ibiza atendió durante el año pasado a 247 personas en Ibiza, la mayoría por consumo de cocaína y alcohol.

Esta cifra supone un crecimiento del 40% respecto al año anterior. No obstante, la directora de la delegación ibicenca, Elena Sánchez, precisó que ese crecimiento se debe a que la entidad ha dado un paso importante para divulgar su ayuda a través de los centros de salud, los servicios sociales municipales o su presencia en los medios de comunicación locales.

De hecho, los datos de consumo en Ibiza siguen los mismos niveles que en el resto del país, tanto en el número de usuarios como en los tipos de sustancias tratadas.

Del total de usuarios atendidos en el Centro de Tratamiento Integral de la isla, un 75,3 % eran varones (186) y un 24,7 % mujeres (61). En cuanto a la distribución por edades, el grupo más numeroso se situó en la franja de edad de 40 a 44 años.

El dispositivo de atención terapéutica con más personas atendidas fue la unidad de diagnóstico. En segundo lugar, destacó el programa penitenciario y el ambulatorio de tarde Solpost, dedicado a los problemas de policonsumo, así como el centro de día Arrels.

En 2023, además, se alcanzó el mayor número de personas atendidas en el Centro de Tratamiento Integral de Ibiza desde su apertura, pasando de 179 usuarios en 2022 a 247 en 2023, un 38 por ciento más.

Las personas con adicción a la cocaína, única o combinada con otras sustancias, representaron el 55,8 por ciento del total, y las que presentaron una adicción alcohólica, única o combinada con otras sustancias, representaron un 46,3 por ciento del total.

Así, el 76,6 por ciento del total de personas que iniciaron algún tratamiento en la entidad en 2023 lo hicieron por alguna de estas dos sustancias o por ambas combinadas.

Proyecto Hombre celebra este miércoles 24 años desde que abrió su centro en Vila, destacando que, en sus inicios, los ciudadanos de las Pitiusas que buscaban tratamiento profesional tenían que desplazarse a los centros de Proyecto Hombre en Mallorca. La entidad subraya que su objetivo es abordar las adicciones de manera integral, implicando al afectado, pero también a sus familias, a las que ofrece grupos de autoayuda.

Suscríbete para seguir leyendo