Los ecoagricultores de Ibiza reclaman menos burocracia, pero que no sea a costa del medio ambiente

La Associació de Productors d’Agricultura Ecològica d'Eivissa i Formentera (Apaeef), respalda plenamente las tractoradas de protesta movilizadas ayer en Mallorca y Menorca, aunque también dejan claro que, para favorecer a los profesionales del campo, la Administración no debe dar «ni un paso atrás en la normativa ambiental, la transición ecológica ni el objetivo de reducir en un 50% el uso de fitosanitarios». Los ecoagricultores también reclaman que se aplique la Ley de Turismo, que obliga a los establecimientos hoteleros a abastecerse con un porcentaje mínimo de producto local, y que las propias administraciones de las islas cumplan con este compromiso.

La Apaaef, junto a sus homólogos de Mallorca y Menorca, emitió un manifiesto conjunto a través de la Xarxa de Pagesxs Ecològics de Balears en el que reclaman una reducción de las trabas burocráticas, así como la aceleración en la concesión de las ayudas al sector. No obstante, defienden firmemente que la agilización del papeleo no debe venir a costa de los criterios de sostenibilidad.

Como ejemplo, destacan el objetivo de la Unión Europea para reducir, de cara a 2030, el uso actual de fitosanitarios a la mitad o el de fertilizantes químicos en un 20%. «No podemos dar ni un paso atrás [con estos compromisos] y todos los profesionales ecológicos hemos demostrado que se puede vivir de la agricultura sin recurrir a estos productos», subraya la presidenta de Apaeef, Marina Cardona.

«No solo se trata de proteger la calidad de nuestras tierras, sino también nuestra salud», apostilla. Cardona recuerda que esta reivindicación es común en todas las asociaciones de agricultura ecológica a nivel nacional. Igualmente, incide en que todas las importaciones agrícolas deberían cumplir con las mismas certificaciones de la UE a las que están obligados los productores comunitarios.

Trabas burocráticas

Por contra, este colectivo también advierte de que la nueva Política Agraria Común (PAC) les incrementerá sobremanera todas las tareas administrativas. En el caso de Ibiza, hasta ahora han contado con el apoyo de la oficina del Fons de Garantia Agrària i Pesquera de les Illes Balears (Fogaiba). Pero, a partir de este año, los propios agricultores deberán digitalizar el cuaderno de campo en el que registran los tratamientos fitosanitarios, fertilizantes o de los cultivos. «Hay mucha gente que todavía no está preparada para este cambio», lamenta Cardona.

Otro de los grandes quebraderos de cabeza del sector deriva de la falta de lluvias o las altas temperaturas en invierno, que han perjudicado gravemente a muchas de las hortalizas de temporada que no han llegado a cuajar. «Apenas ha llegado col pagesa al mercado», apunta la presidenta de Apaeef.

Por ello, el manifiesto de la producción agraria ecológica de Balears pone el acento en que se necesita «aplicar un decreto de sequía y una planificación a medio y largo plazo para adaptarse al cambio climático».

Además de la huerta, Cardona recuerda que los cultivos de cereales de secano no han llegado a crecer por las condiciones climáticas. «Muchas explotaciones viven exclusivamente del grano que plantan y este año no van a facturar nada», se resigna. Por este mismo motivo, todos los ganaderos que plantan o compran forraje para sus animales sufrirán un notable incremento de los gastos esta temporada.

Ley turística

Se da la circunstancia de que una de las grandes medidas anunciadas para apoyar al conjunto del sector agropecuario de las islas no se desarrolla, como es el caso de la Ley Turística, aprobada en mayo de 2022. Esta norma obligaba a que los establecimientos hoteleros incluyeran un mínimo de un 3% de producto local en su oferta, que se elevaba al 4% en los hoteles de 4 y 5 estrellas y a un 5% en los agroturismos, pero no se ha llegado a aplicar.

La Xarxa de Pagesxs Ecològics reclama no solo que el Govern balear haga cumplir esta normativa, sino que las instituciones de las islas prediquen con el ejemplo. «Los comedores de los hospitales, residencias o centros educativos también deberían ofrecer estos mínimos», indica Cardona.

«La Administración y la sociedad debe comprometerse con el producto local, porque así se mantiene el paisaje rural. Todo el mundo quiere ver almendros en flor, pero eso solo es posible si compran almendra ibicenca», concluye Cardona.

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