SEGURIDAD EN SANT ANTONI

Neus Mateu, concejala de seguridad: «El óxido nitroso sigue siendo el problema más grave de Sant Antoni»

La concejala de Seguridad Ciudadana y Obras Públicas del Ayuntamiento del municipio valora que faltan más agentes de la Guardia Civil que apoyen a las patrullas de la Policía Local, sobre durante la temporada estival, cuando el volumen de personas en la zona es mucho mayor

La concejala de seguridad ciudadana de Sant Antoni, Neus Mateu, durante la entrevista

La concejala de seguridad ciudadana de Sant Antoni, Neus Mateu, durante la entrevista / Marcelo Sastre

Ángela Torres Riera

Ángela Torres Riera

La falta de agentes de la Guardia Civil, un cambio de normativa para combatir el gas de la risa y la modificación del Decreto de excesos para que sean los infractores quienes sean sancionados y no los establecimientos de ocio nocturno son algunos de los puntos pendientes para que Sant Antoni pueda afrontar la próxima temporada turística con entereza.

La concejala de Seguridad Ciudadana y Obras Públicas, Neus Mateu, habla de las problemáticas de seguridad y de como se pretende hacer frente a los retos que presenta la realidad socioeconómica del municipio.

¿Está solucionado el ciberataque que ha sufrido estos días el Ayuntamiento? ¿Ha vuelto todo a la normalidad?

Fue un secuestro tecnológico en toda regla. El sistema de Policía Local, Infopol, donde se hacen las incidencias y diligencias de los detenidos, todavía no funciona. Mientras, para registrar la información se hacen fichas y desde el primer día también se pidió ayuda a la Guardia Civil. Por lo demás, todo está en manos de las fuerzas de seguridad y de una empresa externa especializada en ciberseguridad (en cumplimiento de la normativa).

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El Plan de Seguridad de 2023 se basó en reforzar la presencia policial en las zonas más turísticas del municipio ¿se centrará el plan de 2024 en lo mismo o tendrá otras prioridades?

La temporada de 2023 vino muy fuerte y muy pronto, por eso pusimos en marcha el Grupo de Acción Preventiva (GAP), formada por seis agentes especializados en diluir aglomeraciones. El objetivo era prevenir delitos aportando más presencia en la calle en áreas de ocio nocturno y de paseo para que los residentes también se sintieran seguros. Este año si pueden ser más mejor, porque iban muy saturados, tuvimos que hacer una inversión importante en horas extra. Nuestro objetivo es no escatimar ni en recursos materiales ni humanos, invertir en la formación de los agentes es la prioridad, esto se refleja en la seguridad ciudadana.

¿Están actualmente todas las plazas de la plantilla de Policía Local cubiertas? ¿Se prevé una ampliación?

Actualmente está formada por 59 agentes, se han añadido dos policías. Las plazas se han ido cubriendo cuando teníamos profesionales de excedencia o se daba una jubilación. Ahora hemos conseguido completar la plantilla de 57 y se ha empezado a ampliar, o con interinos o con convocatorias definitivas. El gran trabajo es incrementarla hasta llegar a 80, porque el cálculo de las 57 que estaban previstas se hizo hace quince años y con la mitad de población que tenemos ahora. El crecimiento de la cantidad de visitantes también ha sido enorme.

También se cuenta con el trabajo de la Guardia Civil.

La Guardia civil nos ayuda y nos coordinamos bien pero tienen muy pocas patrullas. A veces tenemos llamadas conjuntas que acaba atendiendo sola la Policía Local y mientras no se ponga un plus de insularidad tendremos este problema con los funcionarios de la Administración General del Estado (AGE). En verano vienen los refuerzos como los GRS (Grupo de Reserva y Seguridad) que nos ayudan en el control aglomeraciones pero de las detenciones se encarga solo Policía Local.

¿Cuál es el principal problema, en la actualidad, de seguridad ciudadana en Sant Antoni durante la temporada estival?

Un problema muy importante que hay en Sant Antoni en los últimos años y que sin duda sigue siendo el más grave del municipio es el del óxido nitroso.

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¿No se ha logrado combatir su venta a lo largo de estos años?

Al principio, en 2018 o 2019, se detectó que había gente que acudía a las ferreterías del pueblo a comprar el óxido nitroso para vender gas de la risa y se intentó regular. Ahora lo que hacen es comprar por internet palés en cantidades comerciales y eso sí que no se puede prohibir. En todas las reuniones que hacemos y también en la Junta de Seguridad, vamos reclamando que se hagan cambios en la normativa. Este verano se han hecho cien detenciones, se arrestaba a los vendedores a partir de dispositivos jaula, pero a los dos días los sueltan porque el juzgado tampoco tiene herramientas jurídicas.

Y en cuanto a las zonas, ¿cuál es la más conflictiva?

Ha cambiado mucho. El Plan de Seguridad abarca la zona de la puesta de sol, el Passeig de ses Fonts, la zona de s’Arenal y del West, que se está intentando remodelar con líneas presupuestarias para que los dueños de los negocios reformulen los locales. Ahora sacaremos otra de un millón. Estamos apostando para que se transforme el modelo agilizando, por otra parte, las licencias para que los hoteles mejoren su calidad. Esto no quiere decir que queramos que todos los hoteles sean de cinco estrellas.

¿Qué modificaciones se intentan incorporar en el Decreto de excesos?

En el decreto se hacía mucho hincapié en las infracciones de los establecimientos, pero no se penalizaba a los infractores del exceso en sí, como por ejemplo al turista que está bebiendo en la calle o inhalando el gas de la risa. Ese es el cambio que queremos hacer entre los cuatro ayuntamientos involucrados (Palma, Calvià, Llucmajor y Sant Antoni) ahora que desde el Govern nos consultan qué puntos mejoraríamos para incorporarlo de cara a la temporada que viene. Entre estas, hemos hecho otras demandas, como la referente a la zonificación, por citar otra.

¿Qué medidas de seguridad se toman en zonas rurales del municipio, como por ejemplo Can Tomàs, donde se producen con frecuencia robos en viviendas?

A mí me gustaría recordar a la ciudadanía en este sentido que aunque no se cometa un robo y se quede solo en un intento o en la percepción de alguien sospechoso por alguna parte del municipio, la persona afectada debe acudir a la Policía Local. Así, el cuerpo de seguridad tiene pistas a la hora de reforzar las patrullas por estas zonas concretas si se ha sufrido algún tema puntual. En el caso de Can Tomàs, creo recordar que cuando tuvimos conocimiento, nos reunimos un día con los vecinos y finalmente los agentes consiguieron atrapar al presunto autor del delito.

¿Se puede considerar, como se afirmó al hacer balance de la temporada turística 2023, que se ha erradicado por completo la venta ambulante?

Somos los únicos [en Sant Antoni] que contamos con motos acuáticas en la Unidad Territorial de Playas para poder patrullar por la costa y llegar por ejemplo hasta Cala Saladeta y otros puntos donde se lleva a cabo la venta ambulante con el fin de erradicarla. Sí, prácticamente se ha eliminado, los tenemos controlados, ya no vienen porque al parecer se han trasladado a otras playas. Además, las denuncias reflejan el descenso, mientras que en 2022 hubo 170 denuncias, en el año 2023 bajaron a 96.

¿Se sigue patrullando, igualmente, para controlar la actividad?

Seguimos patrullando tanto en bicicleta como con las motos y a través de un dispositivo coordinado con los socorristas, que nos avisan en el caso de detectar algo.

¿Continúan siendo las fiestas ilegales un problema preocupante para el municipio?

Ha bajado mucho, tuvimos una unidad específica de análisis de riesgos para detectarlas por redes sociales, que es por donde se publicitan. En este sentido, también hemos estado trabajando con el detective privado del Consell Insular, pero la actividad ha cesado en gran medida.

¿Qué otras medidas se toman en materia de seguridad?

Una inversión muy buena que hemos hecho desde el Ayuntamiento ha sido en cámaras de vigilancia y con lector de matrícula. Nos ha ayudado a resolver casos importantes. También se han instalado en puntos de contenedores, en siete pasos de peatones del municipio que cuando llega el peatón lo detecta y arrojan luz y también graba. Luego está el trabajo de la UMA, de la unidad de Educación Viaria, el Viogén, que atiende a 27 víctimas de violencia de género de Sant Antoni con seguimiento. También hay que destacar el trabajo de la Unidad de Medio Ambiente y de Atestados, entre otros.

¿Y en cuanto a la nueva Oficina de Seguridad (SATE) que se está construyendo en el passeig de s’Arenal, estará lista antes de que comience la temporada turística, como estaba previsto?

La obra va un poco atrasada porque se están reforzando los cimientos porque en esa zona había arena. Si no se pone en marcha en Semana Santa, que este año empieza pronto, espero que esté para principios de verano. Es verdad que este año el SATE ha habido muchas horas que no ha podido abrir por falta de efectivos, pero en esta ubicación estamos estudiando incluso abrir 24 horas para atender denuncias.

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