llama la atención

u Que el concejal de Medio Ambiente, Limpieza y Edificios del Ayuntamiento de Ibiza, Jordi Grivé, reconozca que las calles de la ciudad no están todo lo limpias que deberían. Para lograrlo, además de contar con nuevas máquinas a partir de abril, Vila contará con diez agentes cívicos (ahora sólo hay uno) para controlar que los residentes y los visitantes mantengan la ciudad limpia, especialmente en lo que respecta a los excrementos y los orines de las mascotas.

u Las medidas que se están adoptando para garantizar el suministro de agua potable durante la que se prevé como una temporada especialmente complicada debido a la sequía. Nadie quiere hablar claramente de las más que posibles restricciones en cuanto la isla se empiece a llenar de turistas, aunque ya adelantan que habrá campañas de concienciación para visitantes, ciudadanos y hoteleros. Además, se probarán algunas soluciones, como inyectar agua desalada en los acuíferos más impermeables para reservarla de cara al verano.