Crisis institucional | Las reacciones

Los afines a Abascal avisan al PP de que «habrá consecuencias» si pacta con los rebeldes

De las Heras acusa a los cinco díscolos de querer hacerse con el control del partido, de la Cámara balear y del dinero del grupo parlamentario

Toni Gili, Fulgencio Coll, Patricia de las Heras, Gabriel Le Senne y Toni Salvà ayer .

Toni Gili, Fulgencio Coll, Patricia de las Heras, Gabriel Le Senne y Toni Salvà ayer . / VOX

Marga Prohens no lo tiene fácil para resolver la crisis. Los diputados de Vox fieles a Santiago Abascal ya han advertido a la presidenta del Govern: si pacta con los concejales rebeldes de la ultraderecha, «habrá consecuencias». «Tenemos un pacto con el PP y esperamos que lo cumplan», sentenció en una rueda de prensa convocada de urgencia la líder de Vox en Balears, Patricia de las Heras, junto al resto de miembros de la dirección autonómica: «Apoyarse en tránsfugas no es ético», avisó la dirigente.

Tanto ella como el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, se enrocan en la formación pese a la petición de expulsión que han registrado cinco diputados del grupo parlamentario: Idoia Ribas, Agustín Buades, María José Verdú, Manuela Cañadas y Sergio Rodríguez. Para la líder de Vox, estos cinco díscolos «ya no representan al partido ni a los ciudadanos que los votaron». «Se mueven por ambiciones personales», aseguró De las Heras: «Nos han liquidado porque quieren las presidencias que ostentamos».

Además de los puestos que tienen Le Senne y De las Heras, la presidenta autonómica de Vox también avisa de que la intención de los díscolos es hacerse con el control del partido y de la asignación económica que percibe el grupo parlamentario. A su juicio, la manera de actuar de los cinco diputados pone de manifiesto un «movimiento suicida» que «no muestra sino su propia desesperación, su afán por poner sus intereses personales por encima de los del partido».

«Nos duele que cinco sujetos pongan sus intereses y sus miserias por encima de España y los españoles», dijo De las Heras calificando —no por casualidad— de «sujetos» a los parlamentarios rebeldes, al igual que hizo Ignacio Garriga. Le Senne, por su parte, aseguró que ha hablado con los vicepresidentes de la Mesa y «hay consenso» en solicitar dos informes jurídicos, uno sobre la expulsión de los dos diputados y otros sobre la presidencia de la Cámara. Habrá que esperar al resultado de estos informes, comentó, aunque Vox, por su parte, «ya está estudiando emprender acciones judiciales» por una actuación que considera «totalmente ilegal» y que ha «vulnerado el reglamento interno del partido».

La presidenta de la formación, apoyada en todo momento por los miembros del Comité Ejecutivo Provincial (Toni Gili, Fulgencio Coll, Toni Salvà y también Le Senne) argumentó que los cinco «sujetos» han intentado «dinamitar» todos los «logros que Vox ha conseguido», como la libre elección de lengua o la «eliminación de chiringuitos», unos hitos para el partido que los cinco díscolos «quieren atribuirse en primera persona engañando a los ciudadanos y a los medios de comunicación».

Frente a esta situación, se mostraron dispuestos a «seguir trabajando» por los intereses de los ciudadanos, si bien reiteraron que el PP debe cumplir los compromisos que ha firmado con Vox. De las Heras aseguró, de hecho, que su formación está «en negociaciones» con los populares para tratar la crisis, pero rechazó dar más detalles sobre estos encuentros.

Preguntada por unas posibles elecciones anticipadas, la presidenta de Vox Baleares argumentó que «no habrá problema» en que el gobierno de Prohens «prospere en minoría» si los diputados díscolos atienden, «como dicen», al «compromiso de sacar las políticas de izquierdas de las instituciones».

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