Un vallado equivalente a tres campos de fútbol para evitar el vandalismo en sa Caleta

Las obras de rehabilitación y museización del poblado fenicio de sa Caleta están en su tramo final, al igual que el centro de interpretación que se creará en las antiguas defensas militares, y según las últimas previsiones del Consell de Ibiza, podrán concluir en abril. Sin embargo, aún queda por levantar el nuevo vallado para salvaguardar el espacio arqueológico, que está pendiente de que el Consell adjudique los trabajos, que salieron a concurso público con un presupuesto máximo de 115.580 euros y una plazo de ejecución de cinco meses.

Este perímetro de protección implicará el cierre de la práctica totalidad del Pla de sa Caleta, la península que separa el puerto con las casetas de pescadores de la playa de es Bol Nou. Con el muro, se pretende salvar el yacimiento y el recinto museográfico del vandalismo que ya sufrieron las baterías antiaéreas y los pabellones militares.

Garantizar el buen estado del asentamiento fenicio y el centro de interpretación supondrá levantar una cerca alrededor de una superficie de 15.828 metros cuadrados, equivalente al terreno de juego de tres campos de fútbol. Hasta ahora, el vallado de sa Caleta ocupaba 1.350 metros cuadrados para cerrar el denominado «barrio sur» del poblado fenicio, el único que quedaba a la vista y que ya se restauró en su día.

Con la nueva intervención arqueológica, el Consell vuelve a sacar a la luz casi todo el entramado urbano del que se considera el primer asentamiento fenicio en Ibiza, que se excavó entre 1985 y 1994 y que luego se volvió a enterrar para evitar daños. Cabe tener en cuenta que una pequeña parte del yacimiento (el 5%), en el que se hallaron los restos de una vivienda, se perdió por un derrumbe del acantilado.

Características

Con el nuevo vallado, de 585 metros lineales, también se modificará la estética del cercado metálico actual, de 142 metros y formada por paneles. El nuevo perímetro estará formado por pivotes de acero oxidado de 1,45 metros de altura, con diez centímetros de separación entre ellas, según se detalla en la memoria del proyecto, obra del ingeniero Javier Ripoll Guasch.

Al estar emplazado dentro del Parque Natural, la Comisión Balear de Medio Ambiente rechazó inicialmente, el nuevo cercado

Las barras se fijarán sobre unos cimientos de hormigón que quedarán soterrados. La puerta de acceso, de ocho metros de anchura, tendrá el mismo tipo de pivotes de acero oxidado.

Se da la circunstancia de que el proyecto de este vallado de seguridad acarreó varios retrasos en la museización del asentamiento fenicio de sa Caleta y las baterías militares. Al estar emplazado dentro del Parque Natural, la Comisión Balear de Medio Ambiente rechazó inicialmente, el nuevo cercado, ya que no estaba contemplada en el Plan Rector de Usos y Gestión de ses Salines.

Suscríbete para seguir leyendo