«No hay salud mental sin una situación socioeconómica estable»

Andrea González, autora del prólogo, destaca la «frustración constante» que sufre la juventud

Belén Pascual, codirectora de la publicación, junto a Andrea González, presidenta del Consejo de la Juventud de España.

Belén Pascual, codirectora de la publicación, junto a Andrea González, presidenta del Consejo de la Juventud de España. / J.S.

jordi sánchez. palma

Unos 17 artículos de 46 autores y autoras integran el ‘Anuario de la Juventud de Baleares 2023’, una iniciativa del Instituto Balear de la Juventud, la conselleria de Familias y Asuntos Sociales, los consells, la Fundación Guillem Cifre de Colonya de la Caixa d’Estalvis de Pollença y la Universitat de les Illes Balears (UIB), en una sexta edición que cuenta con la participación juvenil como eje central de la publicación.

El Anuario fue presentado ayer por la mañana en Palma, en un acto dirigido por Belén Pascual, codirectora de la publicación y miembro del Grup d’Investigació i Formació Educativa i Social de la Universitat de les Illes Balears, quien estuvo acompañada por Andrea González, presidenta del Consejo de la Juventud de España y autora del prólogo. En el mismo se abordan diferentes aspectos del contexto sociodemográfico y normativo de la juventud de las islas y las iniciativas de las administraciones y de la sociedad civil en cuanto a la participación juvenil, la problemática de las adicciones, el impacto de la pornografía en la adolescencia, el ocio, la ocupación, el deporte, el arte y las actitudes lingüísticas de la juventud de Balears, entre otros.

González destacó la «frustración permanente» a la que está sometida la juventud de hoy en día, en un pequeño discurso en el que mencionó las comparaciones que hacen los jóvenes con las vidas de sus progenitores a su edad y que incrementan ese sentimiento de frustración.

«No hay salud mental sin una situación socioeconómica estable», afirmó la presidenta del Consejo de la Juventud de España, quien también quiso incidir en el cómo se afronta esta problemática: «Podemos poner un psicólogo clínico en cada esquina pero sin un salario digno y una casa no hay salud mental».

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