Solidaridad

Los usuarios de Sa Joveria muestran su potencial

Venden en el Mercat Vell diversos productos que ellos mismos han elaborado artesanalmentre

Una docena de usuarios del centro de baja exigencia de Sa Joveria venden, en un pequeño puesto instalado en la plaza del Mercat Vell, los productos que ellos mismos han elaborado tras participar en un taller de creación artesanal. De momento estarán allí tres días, pero la coordinadora de ese centro asegura que si todo sale bien y se animan, se los lleva a vender al mercadillo de Sant Jordi. El objetivo es que se den cuenta de lo que valen. 

La plaza del Mercat Vell de Ibiza acoge desde ayer y hasta mañana un Mercat Solidari, en el que doce de los 56 usuarios del centro de baja exigencia de Sa Joveria venden los productos que han elaborado a mano. Este mercadillo solidario, con un solo puesto, permanece abierto de 18 a 20 horas.

Alba López Aleu, coordinadora y responsable del centro de baja exigencia de Sa Joveria, explica que ocho meses después de la inauguración del albergue y tras comprobar cómo funcionaba y cuáles eran la tipología y los perfiles de sus usuarios y sus dificultades de acceso a servicios externos, se plantearon crear un proyecto «encaminado a la recuperación de las habilidades, de las ganas de vivir y de estar en el presente» de sus inquilinos. Muchos son «jóvenes inmigrantes sin documentación que no pueden acceder a muchos recursos formativos u opciones laborales, o que llevan muchos años en situación de drogodependencia y no tienen muchos hábitos en cuanto a salud o de rutina».

Los usuarios de Sa Joveria muestran su potencial | FOTOS DE TONI ESCOBAR

Coloridas botellas decorativas con tarjetas de agradecimiento. / Toni Escobar

Contaron con la colaboración de Sempreviva Associació de les Plantes d’Ibiza, a cuyo frente está Laia Ribes, «para desarrollar unos talleres de artesanía», por ejemplo con cera de abejas o con plantas medicinales: «Eso —detalla López— nos permitió generar un stock de material, lo que nos hizo preguntarnos por qué no salíamos a la calle para venderlo». Ayer materializaron esta idea.

Los usuarios de Sa Joveria muestran su potencial

ntre los artículos que se exponen para su venta hay velas artesanales de cera de abeja. / Toni Escobar

«El propósito es que vean que tiene sentido y valor todo lo que hacen, incluso que le pueden poner un precio», explica López. También persiguen «visibilizar este proyecto, realizado por las personas que conviven en Sa Joveria, e intentar acabar con el estigma generado por la apertura de un centro de baja exigencia».

Los usuarios de Sa Joveria muestran su potencial

El pequeño puesto se ha instalado en la plaza del Mercat Vell. / Toni Escobar

«Es gente —detalla— que quiere salir adelante y a la que la vida se le ha complicado por diversas circunstancias. De momento han logrado, ellos solos, desarrollar un proyecto autogestionado». Cree que es una manera de «empoderarlos», de que crean en su potencial. En la parada habrá una comisión formada por tres de los 12 usuarios que han participado.

Productos variados

La oferta, cuenta López, partió del Consistorio: «Nos encantó, pues no teníamos hasta entonces otra opción donde mostrar todo lo que habían hecho. A ver si llegamos a los tres días, pues no sabemos cuánta producción se venderá. Es nuestro primer mercado». Llevan allí jabones naturales hechos con glicerina, sahumerios, portainciensos, inciensos, velas de cera de abeja, camisetas recicladas que han sido pintadas a mano, pulseras, tarjetas navideñas con estampados naturales, frasquitos de cristal con decoración, imanes… En total, una veintena de productos.

La coordinadora del centro ha notado que ahora, «al estar activos, tienen un aliciente. Esto da un poco de sentido a sus vidas», pues les permite «mostrar sus habilidades y creatividad, además de darse cuenta de lo que pueden hacer». Este colectivo, afirma, tiene tendencia a «invalidarse; la autodefinición de sí mismos no es positiva, no tienen nada de amor propio. Cero autoestima».

López les ha dicho que lo del Mercat Vell es una prueba piloto y que son ellos los que deciden cómo seguir: «Si les alegra y quieren que sigamos adelante, nos vamos a vender al mercadillo de Sant Jordi. Esto dará de sí lo que ellos quieran».

Sa Joveria es un espacio de alojamiento alternativo cuyos usuarios, pernocten o no en el centro, se pueden beneficiar de un seguimiento social gracias a programas dirigidos a la inserción social. «Veremos —añade al respecto López— si de esto sale un proyecto de inserción y Sa Joveria deja de ser sólo un albergue para sostener las bases de su alimentación, alojamiento e higiene».

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