Análisis

Vox no se muerde la lengua frente a Prohens

Los ultraconservadores se encomiendan a la segregación lingüística en las aulas para marcar un perfil propio ante el Govern en plena batalla con el Partido Popular a nivel nacional

La portavoz de Vox en el Parlament, Idoia Ribas.

La portavoz de Vox en el Parlament, Idoia Ribas. / B. RAMON

«Las cosas no siempre salen cuando uno quiere, si bien lo importante es que salgan como uno quiere». Este fue el lema con el que la líder de Vox en el Parlament, Idoia Ribas, despidió el 2023 desde el atril del Parlament escenificando el triunfo político que logró la formación ultraderechista en la aprobación de los Presupuestos. Y es que el Partido Popular tuvo que aceptar todas las exigencias de sus socios para sacar adelante las cuentas, incluidos los 20 millones de euros para la segregación lingüística y el tijeretazo a las patronales y sindicatos de Balears.

Toda una declaración de intenciones con la que Vox, en plena batalla con el PP a nivel nacional, se cobra por adelantado la factura de apoyar al Ejecutivo desde fuera del mismo y busca marcar un perfil propio frente al Govern de Marga Prohens .

La gran mayoría de propuestas que había sacado adelante el Govern durante el inicio de legislatura formaban parte del ideario político de los populares: la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones, la gratuidad en la etapa 0-3 años en las escoletes o el decreto para la emergencia habitacional. Algo de lo que presumió la propia Prohens durante la copa de navidad del PP, asegurando que ya ha cumplido con el 25% del programa electoral con el que se presentó en las pasadas elecciones autonómicas del 28 de mayo.

Ante esta situación, y conscientes de que una vez se aprobaran los Presupuestos, la ley más importante del año, el margen de maniobra de Vox sería mínimo, los ultraderechistas forzaron la máquina al máximo y lanzaron un all-in con su medida estrella, la lengua, para formar parte de la agenda política en las islas. Una jugada que le salió redonda, tensando la cuerda hasta el final para que el PP claudicara ante todas sus demandas. «Si les llegamos a pedir 30 millones nos lo hubieran dado», presumen fuentes vinculadas a los ultraconservadores.

Govern en solitario

El ala dura del partido en Balears, representada por Idoia Ribas y Sergio Rodríguez, aprovechó el tenso momento que viven ambas formaciones a nivel nacional para tomar las riendas de las negociaciones e imponer su criterio. Un hecho que ya sucedió cuando tumbaron en primera instancia el techo de gasto, aunque finalmente recibieron una llamada al orden desde Madrid y tuvieron que acatar la decisión de aplicar la segregación lingüística a través de un plan piloto.

«Cumplo con mi palabra de formar un Govern en solitario», argumentó Prohens cuando fue investida presidenta gracias a la abstención de Vox. La líder popular consiguió ser la única de toda España en no incluir a los ultraconservadores en el Ejecutivo a pesar de necesitar su apoyo. En un contexto donde la mayoría de encuestas señalaban que PP y Vox ganarían las elecciones a nivel nacional y formarían gobierno, el escenario político que se le dibujaba a Prohens era bastante positivo. Sin embargo, el inesperado triunfo de Pedro Sánchez ha cambiado totalmente el tablero, con ambos partidos relegados a la oposición y obligados a marcar distancias para mantener a sus votantes de cara a los próximos comicios. De hecho, los de Abascal ya han roto relaciones con Feijóo y la dirección nacional del PP.

La división entre PP y Vox en el ámbito estatal también afecta a la estabilidad del Govern, provocando que Vox suba su precio para apoyar a Prohens: «queremos ser un socio real». Los ultraderechistas son conocedores de la necesidad que tienen de marcar un discurso que les diferencie del PP, no solamente a nivel mediático sino también a nivel práctico.

Por ello, haber conseguido los 20 millones de euros para la segregación lingüística supone un triunfo político que justifica ante sus votantes la capacidad de actuación que tiene Vox en Balears a pesar de no estar dentro del Govern. De hecho, desde el Partido Popular reconocen la necesidad que tenían sus socios de marcarse un tanto en estas circunstancias.

Una legislatura compleja

A pesar de que el Partido Popular y Vox se hayan reconciliado tras sacar los Presupuestos adelante, a Marga Prohens le espera una legislatura compleja ya que sus socios van a insistir mucho en la cuestión de aplicar la segregación lingüística en las aulas. De hecho, justo un día después de aprobar las cuentas, Vox registró en el Parlament más de 600 preguntas con solicitud de respuesta en las que piden el listado de las líneas que hay en los centros educativos con el objetivo de conocer cuántos de ellos podrán segregar alumnos según la lengua que elijan.

Cabe recordar que la aplicación del plan lingüístico durante el primer cuatrimestre del próximo curso coincidirá con la negociación de los Presupuestos para 2025, por lo que en el caso de que Vox no esté satisfecho con la forma en que se ejecute podría volver a amenazar con tumbar las cuentas al PP. En definitiva, un tira y afloja constante entre dos partidos político donde Vox no se va a morder la lengua ante Marga Prohens.

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