Salvem Sa Badia lamenta la renuncia de Sant Josep a conservar "el único bosque primitivo de la zona interior de la bahía"

El Consistorio decide revender a los promotores de un complejo de viviendas, entre es Pouetó y s’Estanyol, la parcela de cesión obligatoria por transformación urbanística

Esta zona, poblada de pinos y sabinas, constituye "la única excepción en la muralla de hormigón que envuelve el litoral" central de Portmany.

Salvem sa Badia lamenta la decisión del Ayuntamiento de Sant Josep de renunciar a 504 metros cuadrados de solar en el único bosque primitivo que queda en la zona más interior de la bahía, situado en un entrante entre las playas de es Pouetó y s’Estanyol. En un comunicado, la organización señala que es "difícilmente comprensible desde el punto de vista ambiental y de conservación del paisaje autóctono".

Esta parcela, que alberga un bosque de sabinas y pinos en primera línea de mar, debería recibirla el Consistorio en concepto de cesión obligatoria del 15% de suelo lucrativo, cuando se produce la transformación urbanística de terrenos en suelo urbano. Sin embargo, el Ayuntamiento ha decidido renunciar a él y aprovechar la posibilidad que ofrece la Ley de Urbanismo de Balears de recibir una compensación económica conforme al valor de mercado. De esta manera, el promotor del nuevo proyecto urbanístico podrá integrar la parcela en su proyecto.

Como publicó Diario de Ibiza, el Ayuntamiento de Sant Josep recibirá por renunciar a este terreno cerca de medio millón de euros. La parcela reservada a aprovechamiento urbanístico tiene unos 7.000 metros cuadrados de superficie, de los que 3.000 quedarán calificados como espacio privado de uso público para mantener la franja de dominio público marítimo-terrestre que establece la Ley de Costas. En esos 4.000 metros cuadrados restantes, el promotor podrá desarrollar un proyecto urbanístico para edificar hasta un máximo de 28 viviendas, en edificios de hasta cuatro plantas.

Una "muralla de hormigón"

En el comunicado, Salvem sa Badia explica que "el hecho de que se levante otra muralla de hormigón en un entorno costero, ya completamente saturado y sin zonas verdes, donde las infraestructuras de alcantarillado y pluviales hace ya mucho tiempo que no dan abasto y provocan un vertido tras otro, ya resulta suficientemente grave". "Que el Ayuntamiento, además, pierda la oportunidad de poner en valor la zona, conservando una parte del hábitat original del litoral de la bahía, por ejemplo, creando un parque con las especies vegetales originales, constituye una pésima noticia".

La asociación recuerda que dicho paraje estará situado junto al futuro paseo marítimo que enlazará todo el interior de la bahía, desde Cala Gració hasta Port des Torrent, y que también "constituiría una oportunidad para mejorar y enriquecer dicho proyecto, al ampliar la zona pública de paseo con una nueva área verde de libre acceso".

En la actualidad, la parcela se encuentra en muy mal estado, rodeada por una valla rota en algunos tramos y con dos chalés en ruinas en su interior, "que llevan mucho tiempo okupados". Además, toda la zona boscosa se encuentra "llena de residuos y chatarra, que no solo constituyen un peligro para los niños que juegan en la playa y se pueden colar en su interior con extrema facilidad". Hay "un coche abandonado, basura, verdaderos montículos de latas de bebidas y botellas de cristal, y cristales rotos repartidos por todo el bosque que pueden generar incendios", advierte desde Salvem sa badia. A ello hay que sumar la "penosa imagen que esta zona tan descuidada proporciona de este entorno turístico, dado que estos desperdicios son visibles tanto desde la orilla de es Pouetó como de s’Estanyol, playas que en verano reciben a cientos de turistas a diario".