Al menos una atracción de la feria de Navidad de Ibiza incumple la distancia de seguridad con el primer cinturón

La autorización del Consell, que Vila solicitó cinco días después de su puesta en marcha, obliga a que se sitúen a una distancia de la carretera igual a su altura más la mitad

Vila alega contra el informe que basta el certificado de estabilidad y seguridad de las atracciones

La atracción ‘UVE’ se sitúa a pocos metros de la carretera, cuando debería estar a 48 metros, según la exigencia del Consell. | VICENT MARÍ

La atracción ‘UVE’ se sitúa a pocos metros de la carretera, cuando debería estar a 48 metros, según la exigencia del Consell. | VICENT MARÍ / eugenio rodríguez. eivissa

La feria de atracciones de Navidad, instalada este año junto al primer cinturón de ronda, incumple, en el caso de al menos una atracción, la distancia de seguridad con la carretera que exige el Consell Insular. El Ayuntamiento de Ibiza solicitó a la institución insular el pasado 29 de noviembre, cinco días después de la inauguración y puesta en marcha de la feria, la autorización para la instalación de las atracciones y demás elementos por su posible afección al área de dominio público de la carretera. El Consell es titular de esta vía perimetral intermedia del municipio.

El Consell de Ibiza resolvió el día 1 de este mes informar favorablemente a la instalación de la feria (ya llevaba una semana en marcha) siempre y cuando se cumplieran una serie de condiciones, entre ellas la siguiente: «Por razones de seguridad, las atracciones se deberán instalar a una distancia de una vez y media de su altura desde el lado exterior de la calzada».

Junto a la carretera, en el extremo este de la feria, colindante con la rotonda de Joan XXIII, se ubican las tres atracciones que alcanzan una mayor altura, especialmente la ‘UVE’, que, según la memoria descriptiva del proyecto de ingeniería, tiene una altura total de 32 metros. Se trata de dos brazos sobre los que se mueve un carrusel, de un lado a otro, por efecto de la gravedad. Esta es la atracción de mayor altura que se halla más próxima a la carretera, a pocos metros.

Sin embargo, según la condición exigida por el departamento de Territorio, Ordenación Turística, Movilidad e Infraestructuras Viarias del Consell, esta atracción debería estar a una distancia de 48 metros de la carretera.

Alegaciones de Vila

De hecho, el Ayuntamiento de Ibiza ha presentado un escrito de alegaciones en el Consell en el que reclama que, en un informe complementario, se exima del cumplimiento de esta condición con el aval del correspondiente certificado de estabilidad y seguridad de las atracciones afectadas.

Así lo explicó ayer a este diario el vicepresidente primero del Consell, Mariano Juan, que indicó que el Ayuntamiento se basa en el hecho de que el Consell permite que las vallas publicitarias se ubiquen a una distancia menor de la que se exige a las atracciones (la longitud de la altura y media) con la presentación de un certificado que avale la seguridad y estabilidad de la instalación en el caso de que se produzcan fuertes episodios meteorológicos adversos.

Los técnicos de Carreteras ya han estado en la feria para medir la distancia de las atracciones y determinar, según explica Juan, qué atracciones incumplen la distancia mínima exigida en el informe favorable del departamento insular de Infraestructuras Viarias y que, por tanto, deben aportar el certificado de estabilidad y seguridad. Los técnicos también deben resolver si se puede aplicar en este caso el mismo criterio que con las vallas publicitarias. El vicepresidente, que espera que el nuevo informe esté listo en breve, indica que la ley balear de Carreteras no fija esta distancia de seguridad y que se trata de «un criterio técnico». Es por este motivo por lo que, según Juan, el Consistorio tiene la posibilidad de tratar de justificar que con el certificado de estabilidad es suficiente para garantizar la seguridad del tráfico.

La visibilidad del tráfico

Otra de las condiciones que establece el Consell en su primer informe es que, tal y como contempla la ley balear de Carreteras, «la actividad no podrá afectar la seguridad del tráfico y deberá mantener, como mínimo, las condiciones previas de visibilidad y geometría». Al ser preguntado sobre si la luz que desprende la feria puede afectar al tráfico, el vicepresidente señala que esto lo deben determinar los técnicos en su informe. Precisamente, el primer informe especifica que la feria será «objeto de vigilancia por parte del personal del Consell encargado de la explotación de las carreteras».

Algunas de las atracciones con mayor altura de la feria de Ibiza.

Algunas de las atracciones con mayor altura de la feria de Ibiza. / VICENT MARÍ

Por su parte, el Ayuntamiento de Ibiza se limita a señalar que se trata de «aspectos técnicos» y que se ha entregado en el Consell el proyecto técnico de las atracciones y otros certificados que «corroboran su seguridad», según explica una portavoz municipal. En cambio, no hay ninguna explicación sobre el motivo por el cual se solicitó la autorización del departamento de Infraestructuras Viarias del Consell cinco días después de la apertura de la feria. La respuesta se limita a apuntar que se han hecho «todos los trámites pertinentes», pero sin concretar por qué, en el caso del permiso del Consell, se hizo tarde.

Asimismo, al ser preguntada sobre si el cambio de ubicación de la feria se debe a la falta de acuerdo con la propiedad del terreno, junto al colegio privado Es Mestral, en la zona de Can Misses, donde tradicionalmente se montaba la feria, la portavoz municipal insiste en que el motivo obedece al interés en «mejorar la accesibilidad» de los ciudadanos. El nuevo gobierno barajó instalar la feria en el puerto de Ibiza, pero finalmente desistió y optó por sa Joveria.

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