Juzgados por comprar con billetes falsos cupones de la ONCE y una guitarra en Ibiza

Compraron al menos cupones de la ONCE, una guitarra y una mochila con billetes falsos. La Audiencia Provincial de Balears celebra este miércoles la vista previa del juicio contra J.M.M. y J.M.R.R., ambos de nacionalidad española y residentes en Ibiza, para los que la Fiscalía pide una pena de doce años de prisión por falsificación de moneda y, en el caso del primero, seis años más por tráfico de drogas, ya que al registrar su casa encontraron una roca de cocaína y varias bolsitas de heroína.

Los hechos se remontan a entre agosto y octubre de 2017. Según el escrito de la Fiscalía, los primeros billetes falsos que emplearon fueron dos de 50 euros, con los que pagaron seis cupones de la ONCE en un puesto en Vila. Los billetes colaron, así que el 14 de septiembre repitieron la operación en otra caseta de la ONCE.

Mientras, el día 8 de ese mes, entregaron 600 euros en billetes de 50 a un tercero para que comprara una guitarra en una tienda de Vila. También colaron. Además, el día 14 facilitaron otro billete de 50 euros falso a un menor para que comprara una mochila en otro comercio.

Los billetes comenzaron a circular y las denuncias se multiplicaron en la Comisaría de Ibiza, por lo que los agentes iniciaron una investigación que llevó hasta J.M.M. y J.M.R.R.

Cocaína y heroína

Los agentes entraron en el domicilio del primero, en el que encontraron algo diferente a lo que buscaban: una roca de 75 gramos de cocaína con un 81% de pureza y varias bolsitas de diferentes pesos listas para la venta con cocaína y heroína. La droga fue valorada en 7.500 euros. Tanto en esa vivienda como en otra de la misma persona hallaron diferentes cantidades de dinero supuestamente procedentes de la venta de estupefacientes.

Pero los billetes falsos los encontraron en otro sitio, 19 de 50 en el vehículo de J.M.M. y cuatro más de 50 y uno de 20 euros en el domicilio de J.M.R.R., donde estaba también la guitarra adquirida días antes con moneda falsa.

En el escrito de acusación se asegura que los acusados hacían pequeñas compras por debajo del valor de los billetes para obtener beneficios con las vueltas. Además, según el peritaje, los billetes eran menos rugosos que los legítimos, con la marca de agua estampada en el lado contrario, sin emplear tintas fluorescentes y con el holograma que llevan impreso solo imitado. Pese a ello, considera que «a simple vista», los billetes empleados podían «confundirse como legítimos».

Por todo ello, el fiscal solicita la pena de doce años de cárcel y una multa de seis mil euros para cada uno de los encausados por un delito de falsedad, y añade la petición de seis años a J.M.M. y 22.000 euros de multa por un delito contra la salud pública con sustancias que causan un grave daño a la salud.