La reivindicación de la bici se impone al viento con un millar de personas en Vila

El bulevar Abel Matutes se llena de familias de ciclistas para impulsar el uso de este vehículo en el Día del Pedal

650 personas participan en los distintos recorridos por Vila, aunque muchas otras personas se acercan a la fiesta atraídas por las actividades infantiles

La mañana de este domingo no parecía la más indicada para salir en bicicleta, con las fuertes rachas de poniente que acompañaban la borrasca ‘Domingos’. Pero las molestias por el viento no han amilanado a los cientos de vileros en el Día del Pedal, una jornada reivindicativa y de ocio impulsada desde 1990 por el Ayuntamiento de Ibiza.

Sara Santos recordaba despertarse para esta cita, desde los ocho años, «como si fuera el Día de Reyes, con toda la familia». Ahora le toca estar en la organización, como nueva técnica municipal de Deportes tras la jubilación de su antecesor. «Hay que mostrar que la bici es un medio muy válido, más aún en una isla como la nuestra», destacaba Santos.

La cita ha contado con circuitos de educación vial para los más pequeños, guiados por los estudiantes de Actividades Físicas y Deportivas y de Enseñanza Sociodeportiva del instituto Algarb. Además de ellos, colabora l’Associació de Voluntaris d’Ibiza y la Asociación de Deporte Adaptado (Addif), a cargo del puesto de avituallamiento.

Vídeo del Día del Pedal en Ibiza

Addif, que está integrada por 40 familias, también recaudaba fondos con una de las seis bicicletas que se sorteó para concluir la fiesta, en una rifa que incluía numeroso material deportivo. Pero, como cada año, las actividades principales del evento han sido los recorridos por la ciudad, sin ánimo competitivo.

Los recorridos

El circuito principal, de 13 kilómetros, ha reunido a 300 ciclistas, mientras que otros 350 se han repartido en la versión de seis kilómetros o en el pequeño paseo de dos vueltas a la manzana para los más pequeños. Al margen de los inscritos, numerosas familias se han acercado al bulevar Abel Matutes atraídas por las actividades infantiles.

Entre los vecinos, no faltaban los padres que pedaleaban llevando a sus hijos en un asiento portabebés, como el alcalde, Rafa Triguero. También era el caso de José Francisco Marí, que cargaba a Oliver, de dos años, mientras que el mayor, Evan, se apañaba con su propia bici. «Solo he usado este asiento para esta jornada, porque no me atrevo a ir por la calle. Se han mejorado bastante los carriles bici, pero aún queda un poco por mejorar», apuntaba Marí.

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