Los vecinos de Can Bonet, tras el atropello mortal: "Urge la instalación de un radar para limitar la velocidad"

La asociación de vecinos insiste en que "las señales no son suficientes y los vehículos se saltan los límites continuamente"

El sitio donde ha tenido lugar el accidente mortal de un joven esta mañana

El sitio donde ha tenido lugar el accidente mortal de un joven esta mañana

Redacción

La Asociación de Vecinos de Can Bonet lamenta "enormemente" el accidente en el que esta mañana ha fallecido un joven de 34 años en Can Guillemó. Desde enero han sido varios los accidentes producidos en este tramo de la carretera que abarca desde el paso de peatones de Can Guillemó hasta el situado a la altura de Es Puig y que cruza hacia Can Tomàs, donde el pasado 1 de agosto fue atropellado un hombre de 81 años.

Los vecinos de Can Bonet apuntan que después de lo sucedido hoy, cuando un taxi ha atropellado mortalmente a un joven mientras cruzaba la carretera, "queda patente una vez más que deben tomarse medidas para que se respeten los límites de velocidad". Incluso, añaden, "para que se reduzcan".

En este sentido, la agrupación vecinal insiste a las instituciones, tanto al Consell como al Ayuntamiento de Sant Antoni, sobre la "urgencia" de instalar un radar para que los vehículos respeten los límites de velocidad. "Las señales no son suficientes y los vehículos se saltan dichos límites continuamente", advierte.

Atropellan a un joven en Sant Antoni

Atropellan a un joven en Sant Antoni / Toni Escobar

Más de mil firmas para pedir un radar

Además, desde la asociación recuerdan que se han sumado a la petición de instalar un radar realizada por el Consell y el Consistorio a la Dirección General de Tráfico (DGT) y que hace unas tres semanas presentaron más de mil firmas a la DGT de Baleares para reclamar la instalación de este radar "cuanto antes".

Por otro lado, en los barrios de Can Tomàs y Can Bonet se llevó a cabo, el pasado 15 de agosto, un 'paseo de concienciación' para recorrer los puntos negros de Can Guillemó, el paso de peatones de Es Puig-Can Tomàs y el barrio de Can Tomàs. El objetivo era "otorgar visibilidad a los problemas de seguridad vial" que afectan la zona y "solicitar precaución a los conductores".

"En caso de que la DGT descartase instalar el radar, esperamos que el Consell y el Ayuntamiento declaren dichos tramos peligrosos como una zona con población, reduzca el límite de velocidad a 50 kilómetros por hora y que el Consistorio se encargue de poner un radar para controlarlo", concluye la nota de la asociación.