El explotador de la cantera de s’Espartar proyecta 35,5 millones en ventas en 31 años de actividad

La empresa que explota la cantera de s’Espartar, Can Escandell SL, sociedad vinculada al Grupo Empresas Matutes, proyecta una producción útil anual de 192.500 toneladas de material (arenas, gravas, gravillas y zahorra, así como bloques y piedras para escollera) durante algo más de 31 años con un valor total en ventas de 35,5 millones de euros. De todos modos, la producción anual dependerá, puntualiza la empresa, de la demanda de material de construcción, que es «muy variable a largo plazo».

Así figura en el plan de explotación de la adecuación del proyecto de la cantera de s’Espartar que tramita la Comunitat Autònoma para su regularización. Esta industria, sin actividad, dispone de autorización de explotación del Ministerio de Industria desde septiembre de 1992. Tras la explotación de esta industria minera se contempla un período de cuatro años para su restauración.

Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears ha obligado, tal como ya publicó este diario, a la conselleria balear de Transición Energética a tramitar la regularización de esta cantera, situada detrás de sa Coma, en el término municipal de Sant Antoni. El fallo judicial denegó las pretensiones de la sociedad explotadora de obtener directamente la regularización y autorización de los derechos mineros porque «el procedimiento no había concluido». Ahora, la Comunitat Autònoma ha retomado el proceso y ha sacado a exposición pública la documentación, entre ella el estudio de impacto ambiental. Posteriormente, podrá dar el visto bueno o no a la regularización de la cantera.

Inicialmente, la conselleria de Transición Energético había archivado el procedimiento con el argumento, entre otros, de que esta explotación no está operativa desde hace tiempo. Sin embargo, la empresa que la explota alegó que la cantera de s’Espartar está asociada, en una misma «unidad de explotación», a la de Canal d’en Capità o d’en Canyes, situada al sur. Así, la cantera de s’Espartar actúa, según el titular de la explotación, como «una reserva activa» de la principal.

De hecho, la cantera cuenta con una zona de 0,77 hectáreas explotadas y otra parte, la mayoría de su superficie, de casi 9,2 hecáreas de extensión, en la cual no ha habido actividad minera. Esta zona sin explotar está cubierta, fundamentalmente, por pinos endémicos y vegetación arbustiva. Se trata de un espacio natural con «un alto valor ecológico» bajo la protección de las figuras de Área Natural de Especial Interés (ANEI) y Lugar de Interés Comunitario (LIC) debido a «su estado de conservación y a la presencia de algunas especies de interés».

Este documento indica que «no se prevén impactos ambientales críticos, aunque sí impactos de magnitud notable sobre los factores bióticos (la fauna, flora y biodiversidad), y los abióticos (la calidad acústica y el territorio)». También dice que los impactos positivos se centran en «los factores antrópicos de cariz económico», pero agrega: «El balance es positivo, aunque muy ajustado debido al valor ambiental de la zona».

Reintroducción de vegetales

En este sentido, son «imprescindibles medidas correctoras, de protección y compensación capaces de mejorar el balance» del impacto del proyecto «sobre los factores bióticos». Entre otras cosas, se considera «absolutamente imperativo» un plan de reintroducción (durante la fase de restauración simultánea a la de explotación) de la especie arbustiva endémica Genista dorycnifolia y Ulex parviflorus, un arbusto espinoso conocido como tojo.

También señala que el propio diseño de la explotación, entre lomas, «reduce el impacto visual de la cantera y favorece la absorción de la presión sonora y la dispersión de las emisiones a la atmósfera».

El estudio ambiental descarta la clausura

El documento que analiza el impacto ambiental de la explotación de la cantera de s’Espartar valora cuatro opciones, entre ellas la clausura de la explotación y el traslado de los derechos de extracción (el volumen previsto) a un cantera cercana; es decir, la de Canal d’en Capità, que explota la misma sociedad titular. Pese a que el resultado entre esta opción o la de la explotación y restauración de esta industria minera es «ajustado», el estudio ambiental se decanta por esta última. Primero, por los «factores antrópicos» (es «más interesante para la industria y la economía») y por su «ubicación estratégica» (más próxima al polígono de Montecristo y más resguardada de la ciudad de Ibiza y la costa», justifica la documentación ambiental.

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