Entrevista | Francina Armengol Presidenta del congreso de los diputados:

Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados: «Los conflictos territoriales se resuelven desde el diálogo, no desde la judicialización»

«Hablar en el Congreso en cualquiera de las lenguas cooficiales nos acerca a la ciudadanía, el reglamento no dice en ningún artículo de que se tenga que hablar en castellano aquí» | «El hecho de que al final fueran 178 diputados que votaron a favor de mi presidencia evidentemente me da una fuerza enorme»

Francina Armengol, este lunes en uno de los salones del Congreso de los Diputados. |  DAVID CASTRO

Francina Armengol, este lunes en uno de los salones del Congreso de los Diputados. | DAVID CASTRO / g.porcel/m.a.rodríguez

G. Porcel y M. A. Rodriguez

Francina Armengol Socías (Inca, 1971) llegó hace menos de una semana a la presidencia del Congreso de los Diputados con una mayoría absoluta después de perder el Govern a finales de mayo ante PP y Vox.

El Rey propuso ayer a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la investidura. ¿Cree que Felipe VI tiene toda la información para poder tomar esa decisión, dado que varios partidos no han acudido a la ronda de contactos?

Creo que no ha tenido problema a la hora de recabar toda la información ni muchísimo menos.Ahora solo falta que se ponga fecha al debate.

¿Va a intentar que se puedan utilizar las lenguas cooficiales en ese pleno?

Mi voluntad es hablar con todos con el firme compromiso de que se puedan hablar todas las lenguas oficiales en el Congreso. Es una prioridad para esta presidencia que la ciudadanía pueda verse representada en la cámara de todos en las lenguas oficiales de su tierra. Eso es una de las grandes riquezas de este país. Ahora toca ver cómo lo hacemos de la forma más rápida posible, tanto desde el punto de vista técnico como desde el punto de vista de garantizar el derecho lingüístico de los diputados que quieran expresarse en una lengua cooficial, pero también el derecho de todos los diputados a poderlos entender. El reglamento del Congreso no habla en ningún artículo de que se tenga que hablar aquí en castellano.

¿El uso del catalán, euskera y gallego en el Congreso llega tarde?

Es una gran noticia que el Congreso sea la representación de lo que es la España real, que es algo en lo que yo he insistido muchísimo a lo largo de toda mi trayectoria política y que ahora, como presidenta del Congreso, he tenido el honor de haberlo podido manifestar públicamente en el discurso de investidura. Esto es muy positivo para España porque nos hace más fuertes y porque la gente se ve más representada en las instituciones nacionales. Es normal oír a gente en la calle hablando en catalán en Balears, en euskera en el País Vasco o en gallego en Galicia, así que debe serlo también en el Congreso. Considero que es una gran alegría porque una forma de verte mejor representado en la Cámara es que oigas hablar como tú hablas y, por tanto, esa será mi función. Garantizaré el derecho de todos los diputados porque tienen que entenderse y tienen que entender lo que se dice. Esto necesita su tiempo y sus negociaciones. Ahora trabajaré intensamente con todos los grupos políticos para hacerlo posible porque quiero que ese consenso pueda ser muy amplio. Esto es lo que a mí me gustaría. Tenemos que ver cómo podemos hacer posible de la forma más rápida el uso por parte de los representantes del pueblo de estas lenguas que son oficiales en algunos territorios españoles, de acuerdo a sus estatutos de autonomía. Creo que no tiene que ser ningún problema y debemos buscar las fórmulas técnicas y normativas para hacerlo viable.

¿Usted va a pronunciar algunos de sus discursos en catalán o al menos tiene pensado utilizar el catalán en el Congreso?

Primero tengo que ver el alcance de cómo podemos cumplir estos objetivos. Yo el otro día intenté hablar con todas las lenguas cooficiales de España, y creo que es algo que nos acerca muchísimo a la ciudadanía, pero, obviamente, yo soy la presidenta del Congreso de los Diputados, de toda España, y, evidentemente, eso también lo tengo muy claro.

Entiendo que le gustaría utilizar el catalán en sus discursos en el Congreso.

Sí, claro. Me gustaría que se pudieran utilizar todas.

¿Impone ser la tercera Autoridad del Estado? ¿Cómo afronta esta nueva legislatura?

Impone mucho y me siento absolutamente abrumada. Asumo el cargo con una gran responsabilidad pero también con muchísimo honor, ilusión y ganas. El hecho de que al final fueran 178 diputados que votaron a favor de mi presidencia evidentemente me da una fuerza enorme. Tengo muchísimas ganas y lo asumo con muchísima responsabilidad, aunque ya he dejado claro desde el primer minuto que voy a ser la presidenta de los 350 diputados. Agradezco muchísimo el voto a favor de los 178 diputados, sin ninguna duda, pero voy a ser la presidenta del Congreso de todos, representen a las diferentes formaciones políticas. Obviamente impone y abruma, pero estamos viviendo un momento políticamente y socialmente apasionante, con muchísimos retos importantísimos en España, y por tanto, para mí es un inmenso honor. Voy a intentar estar a la altura de las circunstancias.

Ha comentado usted que recibió el apoyo de 178 diputados. Es una aritmética parlamentaria bastante compleja la de esta legislatura. En su momento, usted se posicionó en contra tanto de la Declaración Unilateral de Independencia como de la aplicación del artículo 155. ¿Cree que se gestionó mal aquella situación?

Yo ya no estoy para valorar ciertos acuerdos y todo lo que ha sucedido en todo ese tiempo en España, aunque siempre he defendido que los conflictos territoriales y los conflictos en general se resuelven desde la palabra, desde el diálogo y desde el consenso, no desde la judicialización. La política está para hablar y para ver cómo buscamos las mejores soluciones. En cuanto a la aritmética parlamentaria, que efectivamente puede ser compleja numéricamente hablando, hay que tener claro que se trata del reflejo de lo que la ciudadanía española ha querido y, por tanto, ese es el gran valor de la democracia. El 23 de julio cada ciudadano decidió aquello que le parecía más oportuno y España se ha decantado claramente por que no haya una mayoría absoluta. A partir de ahí, lo que nos dicen los ciudadanos a los políticos es: tenéis que hablar, entenderos y, sobre todo, entendernos. Debemos interpretar lo que pasó el 23J y, a partir de ahí, afrontar las negociaciones políticas para hacer posible que las instituciones funcionen con toda la normalidad. Ya lo dije en el discurso: la votación de la Mesa fue un acto de normalidad democrática, acatando las decisiones de la ciudadanía y, a partir de ahí, los partidos políticos deben hablar para hacer posibles las mayorías.

Estamos viendo en los últimos días cómo una de las principales voces en el independentismo es la de Carles Puigdemont. ¿Habría que buscar una solución a su situación actual?

Todo el arco parlamentario entra en una fase de negociación para hacer posible las mayorías de los resultados del 23J. Hubo ciudadanos que votaron libremente por la formación de Junts y, a partir de ahí, se tendrá que ver cómo se pueden hacer posible estos acuerdos. Hay que ver quién tiene posibilidades para sumar esa mayoría necesaria de los 176 diputados. Esto es una democracia parlamentaria y esas son las reglas del juego que nos hemos dado.

P ¿Cuándo le comunicó Pedro Sánchez que quería que fuese usted la presidenta del Congreso?

R Me lo comunicó unos días antes del Pleno y me explicó un poco los motivos por los que veía favorable que yo fuera la candidata, sobre todo por mi experiencia política, por mis planteamientos también en el momento político que está viviendo en España. Me dijo que confiaba en mi persona para este cargo, aunque tuve que serenarme para dar el sí.

P Ha defendido que le gustaría volver a ser presidenta de Balears en 2027. ¿Esta decisión cambia su estrategia?

R Sigo siendo la secretaria general del PSIB y, por tanto, trabajaré intensamente en esas posiciones. El partido está fuerte y unido. Ahora nos toca hacer oposición en todas las instituciones y vamos a seguir trabajando intensamente para defender los valores que nos han hecho estar en política.

En 2021, ERC y Junts presentaron una ley de amnistía, pero el PSOE, junto con el PP y Vox, impidieron que se tramitara y que se debatiese. Si a día de hoy llegase una proposición similar a la mesa del Congreso, ¿usted cómo actuaría?

Bueno, cada cosa a su tiempo. Mi posición como presidenta del Congreso será la de garantizar, obviamente, los derechos de los diputados y de los grupos parlamentarios y garantizar que haya debates ricos. Creo que es muy importante que se haga desde el respeto y el diálogo, no desde el odio, el insulto o la falta de respeto. Debemos intentar profundizar en los debates y llegar a acuerdos y, evidentemente, garantizar la legalidad. Eso supone que todo lo que se tramite sea de acuerdo con la normativa vigente en el Congreso de los Diputados. Tengo la magnífica suerte de tener un cuerpo de letrados que son los que vigilan para que todo esto vaya sucediendo. Yo no me meto en el fondo de los temas políticos, ni creo que sea mi papel ni el de la Mesa, sino que debo garantizar todo ese planteamiento desde la corrección normativa estricta y del cumplimiento estricto de la ley.

El PSC consiguió un resultado histórico en Cataluña y el PSIB obtuvo un diputado más respecto a 2019 el pasado 23J. Además ahora usted asume la presidencia del Congreso. ¿Cree que la parte más federalista del PSOE está ganando peso dentro del partido?

El tema de la descentralización autonómica es una de las cuestiones en la que más hemos avanzado de forma clara. Cuando hablamos de la palabra federal, que es negociación, significa entender la realidad plural de España. Durante la época de la covid hemos entendido todos que la cogobernanza, que acuñó el presidente Sánchez, era la mejor forma de trabajar . Y, por tanto, creo que dentro del PSOE es una mayoría abrumadora la que piensa que ese es el camino. El partido está absolutamente cohesionado en este sentido.

Esta legislatura puede ser la que afronte de una vez por todas la reforma del sistema de financiación autonómica, caducado desde 2014. Usted ha sido muy reivindicativa con este tema cuando era presidenta del Govern balear. ¿Cree que es posible?

Espero y deseo que efectivamente sea posible, porque hemos vivido una legislatura en la que, desgraciadamente, hemos padecido tantísimos problemas con la pandemia o la situación de la inflación debido a la guerra en Ucrania, que no tenemos que olvidar que todavía existe absolutamente injusta en las puertas de Europa, y se ha tenido que aplazar una cuestión que es importante para todos los territorios españoles y, evidentemente, también para el Gobierno de España. Espero que se pueda resolver más pronto que tarde.

«Félix Pons es un referente, ojalá estuviera aquí para ayudarme»

Confiesa que se ha sentido «avergonzada» al escuchar insultos y faltas de respeto en la Cámara baja

La nueva presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, reinvidica la labor de dos expresidentes socialistas de la Cámara baja: Félix Pons y Meritxell Batet. Lamenta los insulto, el desprestigio y las faltas de respeto en la Cámara baja: «Hay que poner en valor las instituciones, la democracia y hacer que la gente crea en sus representantes».

En su discurso citó a Félix Pons, el único mallorquín que hasta ahora había ostentado el cargo de presidente del Congreso de los Diputados. ¿Es un referente para usted? ¿De qué le puede servir su mandato para la legislatura que ahora empieza?

Félix es un referente y fue un gran político, un gran intelectual y una persona con unos modos maravillosos. Tenía una gran capacidad. Presidió esta Cámara entre 1986 y1996 y lo hizo de forma extraordinaria, intentando siempre que hubiera respeto y aunar posiciones comunes. Es una de las personas que siempre he admirado y, personalmente, tuve no solo el honor de conocerle sino que cuando yo empezaba en política nos íbamos a comer solos porque era una persona absolutamente generosa y maravillosa. Aprendí mucho de él y me explicaba muchísimas cosas. Desde que el presidente Sánchez me propuso para ser la persona que asumiera la presidencia del Congreso de los Diputados le he recordado cada día y he pensado que ojalá estuviera aquí por lo mucho que le necesitaría y para ayudarme. Para mí tiene una carga de emoción importante.

La última legislatura ha tenido unos plenos bastante broncos en los que por ejemplo diputados de Vox han llegado a vejar a la ministra de Igualdad, con insultos y descalificaciones. ¿Cómo va a hacer frente, desde la presencia del Congreso, porque al final es una de las principales responsabilidades, a este tipo de actitudes?

Sí, precisamente con la expresidenta Meritxell Batet tengo muy buena relación y lo ha hecho maravillosamente bien. Hemos hablado para que me dé consejos sobre cómo afrontar esa situación, que es compleja. Intentaré estar a la altura como presidenta del Congreso, pero creo que todos y todas tenemos una responsabilidad enorme. Una de las cuestiones que más me he planteado siempre en la vida política es que en democracia es muy necesario que la gente se sienta cerca de las instituciones, bien representado y que, por tanto, esté orgulloso de quienes le representan, porque al final es quien decide tu vida, tu futuro o tu planteamiento de vida. Muchas veces viendo un pleno en la televisión yo misma me sentía avergonzada por según qué expresiones. El insulto, el desprestigio, la falta de respeto, las formas que hemos vivido... Eso, a mí, me parece que hace que muchos ciudadanos se sientan hartos y muy lejos porque esto no les representa. Hay que poner en valor las instituciones, la democracia y hacer que la gente crea en sus representantes. Se tiene que favorecer el debate porque, a pesar de que hay posiciones absolutamente antagónicas, eso no tiene que llevar ni al insulto ni a la falta de respeto. Me esforzaré al máximo para que haya un clima de concordia que es necesario para tomar decisiones. Solo se toman las mejores decisiones desde la escucha activa y el habla, no desde el insulto.

Carga contra Rubiales: «Tuvo una actitud absolutamente inadmisible»

La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, calificó ayer en la entrevista de «actitud absolutamente inadmisible» el beso del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, en la boca a la jugadora Jenni Hermoso durante la celebración del Mundial.

«Su disculpa ha sido claramente insuficiente. Este asunto confirma que en nuestra sociedad tenemos que seguir avanzando para erradicar el machismo», denuncia la dirigente socialista.

Apenas unas horas antes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguraba ante los medios de comunicación que el beso de Rubiales a la jugadora «es un gesto inaceptable y tiene que seguir dando pasos» más allá de disculparse: «Es un comportamiento inaceptable. Tiene que ser más contundente en la petición de disculpas», declaró el líder del PSOE.

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