La basura ahoga sin fin un pozo histórico de Ibiza

Sin que nadie ponga remedio desde hace años, el pozo de Ca na Maciana, bien catalogado, que aparece documentado por primera vez en 1656, se ahoga con la basura que se acumula a su alrededor por los botellones y las personas incívicas que utilizan la zona más recóndita del polígono de Montecristo como un vertedero.

El problema del abandono y los residuos que se acumulan en esta zona industrial de Sant Rafel, que se arrastra desde hace más de 15 años, de momento no tiene solución. Este polígono todavía no lo ha recepcionado el Ayuntamiento, que, según una portavoz municipal, está «trabajando en un proyecto para solucionarlo».

La portavoz explica una vez más que la responsabilidad del estado de este polígono es de la junta de compensación (los propietarios), que tienen la obligación de «mantener esta zona en condiciones». Agrega que, pese a ello, el Ayuntamiento «colabora» con «intervenciones puntuales para retirar la acumulación de residuos o vehículos abandonados».

Ni rastro del servicio de limpieza

Basta dar una vuelta por la calle Camí des Puig Blanc para ver que hace tiempo que no pasa por ahí el servicio municipal de limpieza. Hasta se han movido los obstáculos de piedra que impedían el paso de vehículos para evitar el vertido de residuos.

Al margen de las montañas de residuos acumulados en el Camí des Puig Blanc, que no tiene salida, la basura ya ha traspasado el polígono e invade el camino del pozo de Ca na Maciana, que conduce a diversas viviendas, y la zona boscosa que lo rodea. Un montículo de maderas, plásticos y otros residuos fácilmente inflamables se encuentran ya entre los pinos y la vegetación, con el consiguiente riesgo de incendio. En otros puntos de la zona boscosa también se acumulan multitud de botellas de plástico, restos de muebles y neumáticos.

Alrededor del pozo catalogado, incluido en el ‘Inventari del Patrimoni Hidràulic de les Pitiüses’, además de la maleza que casi lo cubre, se encuentran los restos de los botellones que se llevan a cabo en esta calle escondida del polígono. Además de cartones y bolsas de plástico, el suelo está lleno de latas, bolsas, botellas y vasos de plástico.