La diosa Tanit de Ibiza, del mundo púnico al mundo virtual

«En un museo, habitualmente no puedes dar la vuelta alrededor de las piezas, sólo las ves de frente. La mayoría de la gente no sabe, por ejemplo, que la Tanit tiene un agujero en el cogote», explica Igor Bogdanovic, de Open Labs de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), horas antes de que se presente en el Museu Arqueològic d’Ibiza i Formentera la exposición virtual ‘InterMedit: L’intercanvi mediterrani a l’Antiguitat, pont entre cultures’. Un proyecto que se plasma en una exposición virtual que ya se puede visitar a través de la web www.intermedit.eu.

Una muestra que no sólo permite apreciar al detalle ese agujero en el cogote de la Tanit que tan poca gente ha visto hasta el momento sino, además, constatar la maravillosa factura de la pieza estrella del museo ibicenco. Digitalizada hasta el más mínimo detalle desde todos los ángulos, los visitantes comprobarán que el busto no tiene ni una sola marca de dedos de los artesanos que la manufacturaron. «Otras piezas tienen una factura menos cuidada y se pueden ver esas huellas, pero la Tanit se hizo en Grecia, está muy bien acabada», explica María Bofill, conservadora del Arqueològic, mientras espera para recibir a los representantes de los otros dos yacimientos que participan en este proyecto: Empúries, en Catalunya, y Enserune, en Francia.

Una experiencia "inmersiva"

En la muestra, cada uno de ellos tiene una sala propia en la que, además de las piezas (una veintena en total), los visitantes podrán ver vídeos y acceder a explicaciones y documentos. La exposición se puede ver desde cualquier dispositivo con Internet, pero adquiere una dimensión completamente diferente si se dispone de unas gafas de realidad virtual, explican Bofill y Bogdanovic. «Es una experiencia inmersiva», indica la conservadora, que señala que precisamente para facilitar esta forma más espectacular de visitar ‘InterMedit’ el museo ha adquirido unas de estas gafas.

Ayer, para la inauguración oficial, Bognadonic y su compañero en los Open Labs de la UAB, Oriol Vicente, trajeron otras desde Barcelona. Cualquier persona puede acercarse a las instalaciones y solicitar estas gafas para visitar la muestra. No hay que pedir cita. «De momento», matiza la conservadora, que confiesa que se trata de una iniciativa tan nueva que irán ajustándola en función de la demanda. «Si vemos que hay mucha gente que las pide, pues quizás haya que pedir cita o poner un tiempo para usarlas», aventura Bofill, encargada de presentar el proyecto junto con el director del museo, Benjamí Costa, y la restauradora Helena Jiménez. Una presentación en la que también están presentes Jordi Fernández, de la Associació d’amics del MAEF, Jusèp Boya y Marta Santos, del Museu d’Arqueologia de Catalunya, y Lionel Izac y Sophie Izac, de Forteresse de Salses de Enserune.

«La idea original era escanear en 3D las piezas para imprimir réplicas», explica Bogdanovic, que señala que este trabajo comenzó hace ya años. «En los felices 2018», comenta Bofill, que señala que con el covid este proyecto quedó un poco parado —«lo de que las piezas fueran de un lado a otro y que las tocara la gente no era posible», indica el especialista de la UAB—, al menos en su idea original, que rápidamente transformaron en la exposición virtual que ya se puede visitar.

Conservación de las piezas

Buena parte del trabajo lo han hecho los alumnos del máster de Humanidades digitales de la universidad, detalla Bogdanovic, que destaca las posibilidades que ofrece este proyecto. «Crecerá», augura la ibicenca antes de destacar la importancia que tiene esta virtualización de las piezas como documentación de las mismas, para comprobar, por ejemplo, cómo se conversan con el tiempo, dado el grado de detalle de las imágenes.

El objetivo es mostrar «la conexión milenaria» de estos tres puntos: Ibiza, Empúries, en Catalunya, y Enserune, en Francia. De hecho, la selección de las piezas no se centra sólo en las más emblemáticas de cada uno de los enclaves sino en las más significativas de ese intercambio. Esto implica que no es una muestra exclusivamente de piezas púnicas o fenicias, hay restos itálicos, cerámica etrusca y objetos de lujo. Bofill reconoce que la relación entre Empúries y Ibiza es más conocida que la que existe con la región occitana. «Ibiza y Empúries tienen una dimensión más marítima mientras que Enserune está más tierra adentro, pero es un punto de enlace importante», comenta la conservadora del museo, deseosa de que los visitantes se pongan ya las gafas para ver, en su versión más virtual, a la diosa Tanit.

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