Laboral

Los hoteleros de Ibiza afirman que medir la carga de trabajo de las ‘kellys’ «no supone ninguna novedad»

«Nosotros somos los primeros que cuidamos a nuestros trabajadores», aseguran desde el sector, que tilda la medida de «electoralista» y critica que se le someta desde el Govern «a tanta burocracia»

Una mujer prepara la habitación de un hotel de Eivissa.  | J.A.RIERA

Una mujer prepara la habitación de un hotel de Eivissa. | J.A.RIERA / josé miguel l.romero. eivissa

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

Los hoteleros de Ibiza afirman que medir la carga de trabajo de las camareras de piso «no supone, para la mayoría de los establecimientos de la isla, ninguna novedad», afirma Ana Gordillo, presidenta de la Federación Hotelera de las Pitiusas: «Las empresas ya se encargan de establecer esas cargas de trabajo y organizarse. No es nada nuevo. Siempre hay que mirar, lo primero, por el bien de los trabajadores», asegura.

El pasado lunes, el Govern, con la presidenta Francina Armengol a la cabeza y acompañada por representantes sindicales y empresariales del sector turístico, presentó la nueva metodología elaborada por el Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral (Ibassal) para medir la carga laboral de las llamadas kellys, que será de obligatorio cumplimiento para los establecimientos desde esta misma temporada tras incorporarse en los acuerdos del nuevo convenio colectivo de hostelería. Permitirá, explicaron desde el Govern, determinar desde cuántas habitaciones y tareas son las que podrán asumir esas empleadas en una jornada, hasta las condiciones de seguridad y salud adecuadas en las que se tienen que desarrollar esas labores.

«No estamos en contra porque nosotros —indica la presidenta de los hoteleros de las Pitiusas— somos los primeros que cuidamos a nuestros trabajadores». Lo que le llama la atención «es esa intromisión por parte de la Administración pública en las empresas privadas. Cada hotel tiene su idiosincrasia y ya se encarga de que la carga de trabajo sea la menor posible para las camareras de piso. Cada uno tiene su forma de trabajo». Gordillo añade que «no es lo mismo arreglar una habitación de clientes que una de salida, ni un hotel de cinco que uno de cuatro estrellas» o un hostal, de manera que la medición de la carga depende de muchos factores.

«Menos burocracia»

Se manifiesta de acuerdo con que «se regule, pero no que haya tanta burocracia. Las empresas ya están saturadas de tanto plan de circularidad, plan de igualdad, ahora este… Deberían hacerlo todo un poco más llevadero» desde la conselleria balear de Turismo y Trabajo, subraya.

«Con tantos planes, casi que vamos a tener que dedicar a una sola persona para trabajar en tanto papeleo. Para las empresas pequeñas eso supone un sacrificio mucho mayor que para una cadena hotelera»

Porque, comenta, para un hotel pequeño o mediano, aplicar tanta normativa «es más complicado por la burocracia que supone» que para una gran cadena: «Y con tantos planes, casi que vamos a tener que dedicar a una sola persona para trabajar en tanto papeleo. Para las empresas pequeñas eso supone un sacrificio mucho mayor que para una cadena hotelera», insiste.

Aun así, cree que aplicar los baremos de carga «para este verano no supondrá mucho trabajo porque es algo que ya se hace. Pocas empresas cargan con excesivo trabajo» a sus empleadas, insiste.

«Medida electoralista»

«Todas las empresas hemos medido siempre la carga de trabajo de las camareras de piso y de todos los trabajadores para no sobrecargarlos, pues nos conviene a nosotros mismos», afirma la presidenta balear de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH), la ibicenca Alicia Reina, que señala que lo que interesa a los empresarios es que sus trabajadores «estén bien para dar un buen servicio». De ahí que considere que la metodología presentada por Armengol «no aporta nada nuevo, pues eso ya se hacía desde el sector».

«Todas las empresas hemos medido siempre la carga de trabajo de las camareras de piso y de todos los trabajadores para no sobrecargarlos, pues nos conviene a nosotros mismos»

Reina califica la medida de «populista y muy enfocada a las elecciones» municipales y autonómicas del 28 de mayo: «Pero las empresas no somos el enemigo. Nosotros ya sabemos que sobrecargar a las camareras de piso, que ejercen un trabajo muy físico, no conviene a nadie». Y pone su propio ejemplo: «Acabo de hacer el Excell [de la metodología para medir la labor de las kellys] para comprobar la carga y resulta que aún tengo a las camareras de piso menos cargadas de trabajo de lo que se exige en él».

Cree que «como medida electoralista está muy bien», pero recuerda que hay muchos otros empleos «que también necesitarían que se regulase su carga de trabajo». Pero, «como siempre», considera que «se apunta al sector hotelero como posible malo de la película». Aun así, estima que es «una medida bienvenida porque supone que el sector seguirá haciendo las cosas bien, tal como ya las hacía».

A juicio del vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), José Antonio Roselló, «va a ser de difícil implementación». Y al igual que Ana Gordillo, avisa de que «el sector turístico está demasiado reglamentado».

Lo que en su caso le «llama la atención» es que esa medida no se esté aplicando «en otros lugares de España. Que cada cual saque sus conclusiones». También avisa de que «la hotelería independiente (no las grandes cadenas), que es mayoritaria en Ibiza, va a tener muchos problemas con su aplicación», aunque tanto Gordillo como Reina coinciden en que el sector ya aplica controles similares. ¿En qué sentido será complicado aplicarla? «Puede ser compleja —razona Roselló— en un momento en el que hay una escasez de personal bastante notorio, lo cual dificultará aún más su puesta en marcha. Hay empresas que tienen verdaderos problemas de personal en estos momentos, lo cual provoca que, por esa causa, incluso se incremente la carga de trabajo en muchos casos».

Suscríbete para seguir leyendo